5.000 empleos para quienes no tienen trabajo

01/11/2010 - 00:00 José Cavero

La reforma laboral está a punto de entrar en las políticas de recolocación de parados. La Generalitat de Cataluña, según informa este lunes El Periódico, publicará en el Diario Oficial de la Generalitat, en los próximos días, una convocatoria del departamento de Treball que utiliza el nuevo contrato formativo creado por la controvertida ley del Gobierno central como instrumento para luchar contra un desempleo juvenil del 37%. El objetivo del plan es formalizar 5.000 contratos en empresas interesadas, con la intermediación de los ayuntamientos, destinados a jóvenes que ni trabajen ni estudien, los conocidos como ni-ni. La cifra de este colectivo se ha multiplicado con la crisis hasta alcanzar a 154.000 jóvenes, que equivalen al 23% de todos los menores de 25 años en la comunidad autónoma. "Para convertir a estos jóvenes en sí-sí (sí estudian y sí trabajan)", la consellera de Treball, Mar Serna, ha diseñado un plan piloto dotado con un presupuesto de casi 20 millones que se destinará a pagar la formación y el 70% del sueldo de los contratados. La conselleria ya había planificado esta partida, financiada con fondos propios de la Generalitat, en el presupuesto inicial del departamento. La puesta en marcha del plan estaba a la espera de la aprobación definitiva de la reforma laboral, según explicó Joan Josep Berbel, director del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC). El nuevo contrato de formación, según Berbel, tiene ventajas tanto para el trabajador como para la empresa debido a que genera el derecho al cobro de la prestación de desempleo -a diferencia de la modalidad anterior- y está bonificado con un ahorro del 100% de las cotizaciones a la Seguridad Social. "El plan es un ejemplo de buena utilización de la reforma laboral y supone un salto hacia delante en las políticas activas de empleo", aseguró a El Periódico de Cataluña el director del SOC, que equipara la nueva modalidad contractual con la vieja figura del aprendiz en las empresas. La reforma laboral también modificó las condiciones salariales, al ajustar la remuneración inicial al tiempo trabajado sin tener en cuenta las horas de formación. Los jóvenes del programa de la Generalitat percibirán, al menos, el 70% del salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, 443 euros mensuales. Antes de la reforma, el sueldo básico para los contratos formativos era del 100% del SMI en el primer año. Ahora, ese sueldo solo se garantiza en el segundo ejercicio. Además, el anterior contrato para la formación preveía un límite de 21 años para los beneficiarios, que ahora se ha elevado a 24 en el caso de jóvenes que hayan abandonado a la formación profesional de grado medio. La duración mínima de los nuevos contratos formativos será de seis meses. Con anterioridad, el departamento de Treball impartirá una formación básica de 388 horas. Estos cursos permitirán recolocar a una parte de los monitores y profesores que se quedaron sin empleo con la reestructuración de los programas de escuelas taller y casas de oficios de Treball. Una investigación publicada por Financial Times muestra que incluso áreas teóricamente a salvo, como Educación, también sufrirán: dos tercios de las escuelas británicas verán reducidos sus presupuestos en contra de lo que prometió el Gobierno conservador. Sin embargo, parecen faltarle detalles sobre ese plan del Premier británico, y le gusta poco, o nada, su recorte de 500.000 puestos públicos de trabajo. Rajoy también titubea, y se muestra incómodo, ante las objeciones que le hace el director de El País sobre la aplicación o no de las medidas de ajuste. Eso sí, reprocha que no recibiera invitaciones a participar en planes de ajuste ante la crisis. Se queja de que sólo una persona, posiblemente el Rey, le invitara a ello. Y dice luego que sería ésa una de las cosas que pediría al jefe de la Oposición en el caso de que él asuma el poder tras las siguientes elecciones. Ni una palabra de elecciones anticipadas, y algunos planteamientos de duda sobre eventuales apoyos mutuos con Artur Mas para gobernar en Cataluña y en España, el día que en La Vanguardia se estima, según una encuesta, que el PP roza la mayoría absoluta pese al cambio del Gobierno. No parece que vea en riesgo el entendimiento de PP y PSOE en Euskadi, pero insiste en la necesidad de que el Gobierno se mantenga en la política antiterrorista que viene ejecutando, y en la conveniencia de que no proceda a negociar con ETA. Ve algunas prisas en Zapatero y el PSOE, posiblemente por el temor a que el final de ETA pudiera tener influencia en la campaña de 2012. . . ..