A vueltas con los derechos de las personas
22/07/2011 - 18:55
Las estadísticas nos dicen que en la mayor parte de los países desarrollados se está produciendo en las últimas décadas un alargamiento de la vida humana, motivado fundamentalmente por los constantes progresos de la medicina, por una adecuada alimentación y por el tratamiento preventivo de ciertas dolencias. Ante la aparición de enfermedades incurables y ante la presencia de la debilidad de la naturaleza humana, consecuencia del paso de los años, en algunas naciones se están aprobando leyes que facilitan la eutanasia y el suicidio asistido.
Con este telón de fondo, el Gobierno de nuestra Nación aprobaba el pasado día 17 de junio un Proyecto de Ley mediante el cual pretende regular los derechos de la persona ante el proceso final de la vida. Unos días después de esta aprobación, tenía lugar en Madrid la reunión de los Obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. El día 22 los miembros de dicha Comisión hacían pública una Declaración, en la que analizaban algunos aspectos del Proyecto de Ley y ofrecían una valoración de los contenidos del mismo.
Teniendo en cuenta las enseñanzas del Evangelio, los contenidos de la Doctrina Social de la Iglesia y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los Obispos presentan la visión de la Iglesia con el fin de contribuir al necesario y pausado debate público sobre una cuestión de tanta relevancia y para ayudar a los católicos y a todos los que deseen escucharles a formarse un juicio ponderado y acorde con el Evangelio y con los derechos fundamentales del ser humano (n. 3).
Con frecuencia las opiniones y manifestaciones de los Obispos suelen llegar distorsionadas y manipuladas a la opinión pública. Como consecuencia de ello, muchas personas atribuyen a los Obispos afirmaciones que no han hecho o visiones parciales de su pensamiento. Para evitar estas interpretaciones sesgadas, los cristianos deberíamos hacer el pequeño esfuerzo de acudir a los documentos oficiales para leerlos pausadamente, contrastando con personas amigas y bien formadas aquellas afirmaciones que puedan resultarnos poco inteligibles.
Aunque por mi parte intentaré ayudar a la comprensión de dicho documento con posteriores reflexiones en EL ECO, les invito ya desde ahora a la lectura del texto original de la Declaración de los Obispos. En el mismo se señalan importantes lagunas en el Proyecto de Ley del Gobierno que afectan al derecho fundamental de libertad religiosa, al derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario y a la falta de garantías para la dignidad de le persona en el proceso final de la vida temporal. Todos tendríamos que conocer estas lagunas para tener criterio bien formado al respecto. Con mi sincero afecto y mi bendición, feliz fin de semana.
Con este telón de fondo, el Gobierno de nuestra Nación aprobaba el pasado día 17 de junio un Proyecto de Ley mediante el cual pretende regular los derechos de la persona ante el proceso final de la vida. Unos días después de esta aprobación, tenía lugar en Madrid la reunión de los Obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. El día 22 los miembros de dicha Comisión hacían pública una Declaración, en la que analizaban algunos aspectos del Proyecto de Ley y ofrecían una valoración de los contenidos del mismo.
Teniendo en cuenta las enseñanzas del Evangelio, los contenidos de la Doctrina Social de la Iglesia y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los Obispos presentan la visión de la Iglesia con el fin de contribuir al necesario y pausado debate público sobre una cuestión de tanta relevancia y para ayudar a los católicos y a todos los que deseen escucharles a formarse un juicio ponderado y acorde con el Evangelio y con los derechos fundamentales del ser humano (n. 3).
Con frecuencia las opiniones y manifestaciones de los Obispos suelen llegar distorsionadas y manipuladas a la opinión pública. Como consecuencia de ello, muchas personas atribuyen a los Obispos afirmaciones que no han hecho o visiones parciales de su pensamiento. Para evitar estas interpretaciones sesgadas, los cristianos deberíamos hacer el pequeño esfuerzo de acudir a los documentos oficiales para leerlos pausadamente, contrastando con personas amigas y bien formadas aquellas afirmaciones que puedan resultarnos poco inteligibles.
Aunque por mi parte intentaré ayudar a la comprensión de dicho documento con posteriores reflexiones en EL ECO, les invito ya desde ahora a la lectura del texto original de la Declaración de los Obispos. En el mismo se señalan importantes lagunas en el Proyecto de Ley del Gobierno que afectan al derecho fundamental de libertad religiosa, al derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario y a la falta de garantías para la dignidad de le persona en el proceso final de la vida temporal. Todos tendríamos que conocer estas lagunas para tener criterio bien formado al respecto. Con mi sincero afecto y mi bendición, feliz fin de semana.