Abril

09/04/2017 - 13:02 Pedro Villaverde Martínez

Bonita estación ésta en la que los poetas parece que encuentren en ella una inmejorable fuente de inspiración.

Hay  meses que por unas o por otras causas quedan en el recuerdo de las personas de un modo especial y este mes es uno de esos. Suele decirse aquello de ya tiene tantos abriles, tal vez sea por el influjo de la primavera que también goza de igual nombre, tantas primaveras…El cambio de hora, del que dicen se obtienen beneficios acaba de hacerse… buena falta hace eso de obtener beneficios. Lo que parece tener también alguna certeza es aquello de por abril aguas mil… y ya sabemos que el agua es fuente de vida, como decíamos la semana pasada. Estamos, pues, en eso que da paso a los abriles cumplidos y al mayo deseado… junto con todo el folclore que conlleva y que los poetas y el pueblo suelen cantar. Es pues abril un mes que inaugura  una estación de las más deseadas.  No somos poetas aunque el dicho afirme aquello que “de poetas y de locos todos tenemos un poco”. La naturaleza celebra la llegada de esta estación vistiéndose de sus mejores galas e incluso estirando las horas de sus días con el acompañamiento de la luz. Bonita estación ésta en la que Los poetas, como hemos dicho, parece que encuentren en ella una inmejorable fuente de inspiración.  Hemos, pues querido dedicar esta semana nuestra columna a esa primavera de la que dicen que la sangre altera y en la que la tierra toda parece estallar en miles de formas y coloridos distintos. Esperemos, o al menos  deseemos,  que esta belleza que la naturaleza brinda en esta estación llegue también cuajada de tantos frutos como necesitamos. Son tantas las cosas que tienen que cambiar a mejor que ni sabríamos enumerarlas, pero al menos que no falte el deseo de que son posibles y si posibles, por qué no realidad deseada. Aunque todavía no sea inminente el final de curso en el que sobre todo los estudiantes suelen recoger los frutos de sus estudios, sí que no está de más recordarles que recogerán lo que hayan sembrado y cuidado durante todo el año y que al acercarse el final del mismo merece que se haga un esfuerzo extra para asegurar el éxito deseado. Es pues, abril un mes bonito- recordemos la canción que tenía por letra quién me robó el mes de abril- y que todos deseamos fecundo en esos bienes de los que prácticamente todos estamos más o menos necesitados.