Agua urgente

25/11/2017 - 13:09 Pedro Villaverde Martínez

Sólo nos preguntamos si estamos en un periodo o ciclo normal del todo en la naturaleza o hay cambios raros en ella que inviten o inciten a tomar medidas para paliar posibles cambios en el curso normal en el que nos movemos.

Todos sabemos que ese líquido elemento al que llamamos agua es de primera necesidad. Sin agua no habría vida y todos tenemos idea de esas grandes extensiones, llamadas desiertos en los que la vida suele brillar por su ausencia o en muy limitadas ocasiones. Se ha hablado ya desde hace tiempo del cambio climático hasta el punto de que había quienes pensaban o llegaron a decir que no era para tanto y sospechaban de posibles intereses ocultos en esos anuncios. Puede que sean exageraciones pero lo cierto es que la naturaleza con todos sus síntomas y manifestaciones parece que vuelve a ponernos sobre ascuas con un posible cambio climático de consecuencias insospechadas y puede que poco beneficiosas.  Si lo pensamos detenidamente podemos llegar tal vez a respuestas de cierta intranquilidad para esta civilización y sus formas de vida. Lo que estamos viviendo en estos momentos actuales parece no invitan a mucho optimismo, sino a ponerse en guardia para que la naturaleza  pueda seguir su curso normal, como venimos conociendo y siga la vida sobre nuestro planeta, como seguramente ocurrirá. Cierto que parece excepcional, al menos un tanto, esos calores tan seguidos y esa falta de agua que parece o estamos viviendo en estos últimos tiempos. Sabemos que alarmar no es bueno e incluso podemos sospechar que los expertos, si es que los hay, que seguro que sí, estarán poniendo ya las medidas posibles para que nuestro hábitat natural siga adaptándose a los posibles cambios y circunstancias. Sólo nos preguntamos si estamos en un periodo o ciclo normal del todo en la naturaleza o hay cambios raros en ella que inviten o inciten a tomar medidas para paliar posibles cambios en el curso normal en el que nos movemos. Estas líneas son simplemente una manera de expresar el asombro que puede causar a algunos estas temperaturas aparentemente más reiterativas que en otras ocasiones y esta ausencia de lluvia que se nos presenta o parece un tanto anormal de lo que la naturaleza nos tiene acostumbrados. Parece faltar lluvia y sobrar calor. Seguro en todo caso que la naturaleza seguirá su curso y la vida seguirá siendo como siempre sobre este Planeta llamado Tierra. Pero no está mal, como pide el obispo don Atilano, que recemos por la lluvia e incluso, como se hacia antaño, salga algún santo a la calle, aunque para muchos eso pueda sonar a pasado de moda.