El Gobierno no quería ni oír una palabra del Papa sobre las leyes socialistas del Aborto, Muerte Digna o Igualdad de Trato (matrimonios homosexuales, divorcio Express, etc.) en su visita a España con motivo de la JMJ 2011. Jáuregui había llegado a amenazar a la Conferencia Episcopal con un empeoramiento de las relaciones si hay crítica del Santo Padre a la deriva laicista de la negra etapa de Zapatero.El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, no consideraba aconsejable ni oportuno que Benedicto XVI hiciera referencias específicas hacia España durante su visita a Madrid para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) entre el 18 y el 22 de agosto. No obstante afirmaba: Es muy libre de poder decir lo que quiera, pero yo creo que el marco de relaciones que se ha establecido por parte de la Iglesia Española y de la Conferencia Episcopal con el Gobierno en este evento no haría nada aconsejable ni sería nada oportuno que el Papa tuviera que decir algo sobre España, señalaba. Con mucha habilidad el Papa ha dicho lo que tenía que decir y el Gobierno, si quiere, sabe lo que debe hacer, entre ello no está lo de amedrentar a nadie.
