Amigos y familiares declaran en el tercer día de juicio por el crimen de Galápagos

09/05/2018 - 15:25 J. Pastrana

Tensión y lágrimas en el tercer día de juicio por la muerte de una mujer a manos de su pareja sentimental en Galápagos en 2016.

 

En la sesión celebrada esta mañana comparecieron familiares y amigos de la pareja. Tanto la madre de la fallecida, S.G.S., como dos de sus amigas pidieron hacerlo con un biombo para no ver al acusado, A.R.L. lo que no impidió que una de las amigas se emocionara hasta las lágrimas al recordar a la fallecida. Todas, aunque sobre todo las dos amigas, dieron fe del carácter controlador, celoso y hasta verbalmente violento del  A. R. L., llegando a relatar incluso un episodio en el que éste se habría escondido en la parte de atrás del coche de la víctima para ver si ella montaba a alguien en él.  Por último, una amiga y compañera de trabajo aseguró que la víctima le dijo una semana antes de su muerte que tenía intención de romper la relación.

 

También testificó el padre de la víctima, que relató un episodio violento anterior en el que el acusado habría roto muebles y una vajilla, además de las amenazas de muerte que éste profirió contra él. Además, confirmó que su nieta e hija de la fallecida, le dijo que su padre “se había ido” que cuando volvió “a mami le dio, le dio, le dio”, lo que podría apoyar la tesis de que el acusado salió a correr antes del crimen, negada por los responsables de la Policía Judicial encargados de instruir el caso.

 

Igualmente comparecieron dos trabajadoras sociales especializadas en violencia de género a las que acudió la fallecida en el año 2012, durante un periodo de tiempo en el que estuvo separada del acusado. Ambas creen que S.G.S. era víctima de malos debido a los hechos que la fallecida les narró y la forma de hacerlo.

 

Por su parte, la Defensa, que asegura que el acusado cometió el crimen durante un brote psicótico, apeló a los testimonios de la madre y la hermana de A.R.L. Ambas recordaron que el acusado ya había padecido un brote psicótico en 2014, cuando tuvo que ser sedado y hasta atado. También una compañera de trabajo y amiga de la fallecida recordaba este episodio y dijo que, tras salir del Hospital, la propia S.G.S. le dijo que el acusado “había tenido un brote psicótico o algo así”.

 

Otro punto que destacaron tanto la hermana como la madre del acusado es que la pareja solía intercambiar sus móviles y que los dos eran igual de celosos, aunque también aseguraron que A.R. L. no ejercía un control excesivo sobre la fallecida. Y al margen de esto, en lo que si coincidieron todos aquellos que conocían al acusado, es en que este consumía marihuana. 

 

Por último, la sesión contó con la presencia de los vigilantes jurados que patrullaban la urbanización el día de los hechos. Uno de ellos, el primero en encontrarse con el acusado mientras éste vagaba de madrugada por la calles con su hija de cinco años, indicó que lo primero que hizo A.R.L. fue reconocerle que acaba de matar a su mujer. “Tenía los ojos que se le salían, estaba muy sudoroso, raro, pero no violento”. Acto seguido le pidió que se llevara a la niña y la colocó dentro del coche. Sin embargo, mientras el vigilante trataba de acomodar a la pequeña, A.R.L. le atacó. Cuando logró zafarse, el vigilante echó a correr para buscar refuerzos. “Me decía algo como ‘alto, soy policía’”.

 

El segundo vigilante también estuvo presente la noche del crimen, en la que recuerda que logró que el acusado le reconociera y les ayudara a buscar el arma del crimen, además de sus bruscos cambios de temperamento, que le llevaron incluso a intentar golpearse contra un muro estando ya engrilletado. Además, este mismo vigilante estuvo presente en el episodio de 2014, el del supuesto brote psicótico de A.R.L., cuando hicieron falta cinco personas para controlar al acusado. Aquel día repetía cosas como que había aprobado las pruebas para Policía mientras llamaba a un tal Iván. Dos años después, la noche que mató a S.G.S., volvió a decir las mismas palabras mientras era esposado por los agentes de la Guardia Civil.