Cataluña, epicentro

13/10/2017 - 13:17 Pedro Villaverde Embid

Veinticinco guardias civiles de la provincia y un grupo de policías Nacionales de la UIP están en Cataluña defendiendo la legalidad.

Leíamos a través de las redes sociales numerosas fotografías de políticos de Guadalajara, del Partido Popular, en la manifestación, multitudinaria, del domingo en Barcelona defendiendo la unidad de España y el orden constitucional. Un día antes poco más de un centenar de personas pedían en la plaza del Jardinillo, vestidos de blanco, diálogo, dentro de una serie de concentraciones que se repetían por muchos lugares de España. Veinticinco guardias civiles de la provincia y un grupo de policías Nacionales de la UIP se desplazaron, además, hasta la región catalana para defender la legalidad. Uno de estos agentes nos cuenta hoy en una intensa entrevista las sensaciones, sentimientos, momentos y experiencias vividas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que de manera insidiosa han querido ser vendidas ante la opinión pública, y en especial a Europa, como aparato represor, violento y salvaje de un estado autoritario y fascista. La realidad, sin embargo, es que han sido insultadas, agredidas, acosadas, utilizadas por los manifestantes y traicionadas por los Mossos. En estos días de agria celebración de las fiestas patronales de Policía Nacional y Guardia Civil hemos de testimoniarles, otra vez, nuestro reconocimiento y recordarles el cariño y apoyo que tienen del conjunto de la sociedad por su contrastada profesionalidad y humanidad. Los guadalajareños,  como el resto de españoles y también muchos europeos, hemos seguido en estos días con atención, expectación y temor el pleno del Parlament que podría haber resultado desgraciadamente histórico, así como la posterior reacción del Gobierno nacional.  Cataluña se ha convertido en tema de conversación, en el epicentro de la vida política en cada rincón del país por la gravedad de la crisis, por el golpe a la democracia que se inició cuando se barrió a la oposición del parlament. La declaración de Puigdemont ha completado esta semana la tomadura de pelo. Con habilidad pasaron la pelota al gobierno de Madrid y no con menos ingenio éste se la ha devuelto con un ultimátum de cinco días antes de aplicar la vía del 155. A todo esto las empresas buscan seguridad jurídica y la confianza de sus clientes y accionistas abandonando Cataluña. Cabanillas suena como destino de alguna y Henche se ofrece como lugar de acogida.