Nos gustaría desde su periódico agradecer está donación y hacerla pública.
No hay derecho a que cada vez que un político tiene que hablar en el Congreso aparezca después alguien para limpiar el atril. Veremos qué pasa este miércoles, 22 de abril.
He querido escribir esta carta porque quiero daros las gracias y enviaros muchos besos a todos los que estáis trabajando por y para nosotros.
Mañana saldrá el sol porque fuera hay gente buena luchando, poniendo su vida en peligro, cuidando de nuestros enfermos, intentando alcanzar la curva.
En el año 1996, publiqué en la editorial Aache un libro acerca de este asunto: “Guadalajara en la Literatura” es su título, y “Una tierra para las buenas letras”, su subtítulo.
Entendemos que están realizando un trabajo excepcional para que los residentes estén viviendo esta situación lo más normal posible, con las precauciones necesarias.
Gracias a estas voces que ustedes recogen en las páginas de Nueva Alcarria podemos los españoles tener una visión correcta y no manipulada sobre la ley de eutanasia y suicidio asistido.
Sinceramente, creo que tenemos otras necesidades mucho más prioritarias para el pueblo que el corte de la carretera.
La edad de quienes desde el inicio de la Banda participamos en puesta de largo oscilaba entre los 12 y los 19 años, y no entre los 6 y los 18 años como se cita en el reportaje.
¿Sabemos a corto y medio plazo cuándo acabará este estado de alarma? lo que parece claro es que ya todo no será lo mismo ni igual que antes.
Mi abuela tenía 97 años y medio. Estaba sana. Aun así, sabía que algún día moriría, es ley de vida. Incluso ella nos lo decía. Sin embargo, nunca pensé que fuese así.
El Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara propicia todas las medidas para que el proceso del parto sea vivido por parte de la madre y el /la acompañante de la manera más íntima y adecuado a sus deseos.
Es una suerte dentro de lo terrible del asunto poder estar viviendo esta situación desde un lugar como Cifuentes.
Mis más tristes notas escritas en la prensa en Nueva Alcarria, a mis setenta y nueve años de vida siendo las mismas sin ánimo de críticas.
Desde el colegio Santa Ana a los médicos y profesionales sanitarios que le atendieron, mil gracias.
Antonio es un padre de familia que trabaja conduciendo un autobús. Durante la semana hace muchas horas extras que no sabe si cobrará ni cuando lo hará. Mientras tanto no hay final de mes donde el salario le llegue.
Por otro lado, con Iglesias como vicepresidente, yo creo, que en España tendríamos a una especie de espía del dictador venezolano Nicolás Maduro, infiltrado en la Moncloa.
El Colegio de Enfermería de Guadalajara expresa su preocupación por la proliferación y el fomento de este tipo de actividades asistenciales en lugares públicos.
Lo bonito de la labor de los miembros de Protección Civil es que pasan desapercibidos.