China se afana en destruir los lagos fruto del seísmo para evitar riadas
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Cerca de 1.800 policías y soldados, con diez kilos de dinamita cada uno, se desplegaron ayer en el lago Tangjiashan, uno de los muchos formados por los movimientos de tierra del 12 de mayo y sus posteriores réplicas.
La intención de las autoridades es prevenir una nueva catástrofe, según Xinhua, en un condado, el de Baichuan, donde la semana pasada ya tuvieron que ser evacuados miles de supervivientes. El nivel de agua del lago rondaba los 723 metros, a menos de una treinta del límite máximo, lo que eleva a real el riesgo hipotético de ríada si los diques se vienen abajo o los fuertes vientos y tormentas inciden en la masa de agua. También persiste el temor a nuevas réplicas, especialmente después de que un temblor el domingo de 6,4 grados en la escala de Richter reviviese las escenas de miedo y caos y dejase al menos ocho muertos y un millar de heridos. Se sumaron así a los más de 65.000 fallecidos confirmados por la Oficina de Información del Consejo, que también notifica más de 23.000 desaparecidos. Este nuevo seísmo, el más grave desde el ocurrido hace dos semanas, dañó e incluso destruyó unas 270.000 viviendas.
Precisamente la escasa resistencia de las edificaciones a los movimientos de tierra ha despertado una ola de preocupación en Pekín, principalmente centrada en aclarar por qué un gran número de escuelas se vinieron abajo. De hecho, unas 6.500 de las personas fallecidas son niños y profesores, por lo que el Ministerio de Educación ha prometido inspecciones a nivel nacional. Además, para tratar de borrar las mala imagen por este hecho, el Gobierno ha decidido homenajear a los profesores y alumnos durante el seísmo de 7,9 grados, en busca de héroes que, en opinión del Ejecutivo, podrían ser buenos ejemplos para la política educativa.
Los JJOO, cada vez más cerca
Para China, este terremoto y sus consecuencias coinciden con la inminente apertura de los Juegos Olímpicos. Cuando ni siquiera se han repuesto del reciente pasado, comienzan a ver cada vez más cerca la cita deportiva, que se iniciará en agosto, y para la cual la antorcha olímpica sigue su periplo tras el parón provocado por el luto nacional.
Precisamente la escasa resistencia de las edificaciones a los movimientos de tierra ha despertado una ola de preocupación en Pekín, principalmente centrada en aclarar por qué un gran número de escuelas se vinieron abajo. De hecho, unas 6.500 de las personas fallecidas son niños y profesores, por lo que el Ministerio de Educación ha prometido inspecciones a nivel nacional. Además, para tratar de borrar las mala imagen por este hecho, el Gobierno ha decidido homenajear a los profesores y alumnos durante el seísmo de 7,9 grados, en busca de héroes que, en opinión del Ejecutivo, podrían ser buenos ejemplos para la política educativa.
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