Comienzan las fiestas tras un pregón marcado por el atentado

La Feria Taurina de Marchamalo comenzó ayer marcada por el impacto de las primeras noticias sobre el atentado terrorista cometido en Barcelona. Previamente al brevísimo pregón ofrecido de la Peña ‘La+Dura’ en su 25 aniversario se guardó un minuto de silencio en la Plaza Mayor, en memoria de las víctimas. Esta mañana se ha celebrado un homenaje especial al Encierro ‘El Gallardo’ tras 25 años de tradición.

Amargo comienzo el de la Feria Taurina de este año en Marchamalo, marcado dura e inevitablemente por el atentado terrorista que ayer fue perpetrado apenas una hora antes en Barcelona. Tras conocer las primeras noticias y el balance provisional de fallecidos, se decidió guardar un minuto de multitudinario silencio en la Plaza Mayor, justo antes del brevísimo pregón que daba inicio a las fiestas. La Peña ‘La+Dura’, que este año celebra además su 25 aniversario, no alzó las banderas del balcón del Ayuntamiento, que permanecerán a media asta en señal de luto durante todo el fin de semana.

Una vez concluido el acto, se llevó a cabo el pasacalles hasta el Parque de Ferias, donde los peñistas pregoneros alzaron la imagen del Patrón de la localidad, el Cristo de la Esperanza, sobre el recorrido del encierro y junto a las ofrendas del resto de peñas. Con ello se daba por inaugurada la Feria Taurina que arrancaría con la primera suelta de reses desde la Plaza de Toros y por el recorrido del encierro. Centenares de personas de la localidad y llegadas de toda la provincia abarrotaron el entorno del Parque de Ferias desde entonces y hasta entrada la madrugada, en la que la fiesta continuó animada por la actuación en directo de la orquesta Adicción.

25 AÑOS DE ENCIERRO ‘EL GALLARDO’

Ya durante la mañana de hoy se llevaba a cabo el homenaje especial al singular encierro matutino que cada año desde hace 25 se celebra en Marchamalo en honor a su patrón, el Gallardo. En un ambiente más concurrido que nunca, los más habituales corredores y espectadores se congregaron junto a todos los que quisieron acercarse para participar en el cántico que casi cualquier marchamalero ha entonado alguna vez.

Después de entonarlo tres veces, como manda la tradición, los astados tomaron la salida desde los corrales del encierro, saliendo bravos y enérgicos ante la carrera de los corredores más atrevidos y también aquellos que optaban por resguardarse en las vallas de protección. Una placa conmemorativa permanecerá en el mismo lugar donde se coloca la imagen del Gallardo durante todas las fiestas y en honor a todos los participantes que han hecho de él una tradición.

Afortunadamente, y pese a la gran concurrencia de aficionados, no hubo que lamentar ningún herido. Pese a todo, además de la presencia de las ambulancias que exigen los eventos taurinos, habrá otra UVI móvil disponible en el Parque de Ferias durante todo el fin de semana.