Con el entierro de la sardina, y su tradicional sardinada, termina el carnaval almorcileño

15/02/2018 - 11:24 Redacción

El pasado sábado hubo pasacalles y baile de disfraces amenizado por la charanga los Chicuelos.

La villa de Almonacid de Zorita terminó en la tarde de ayer el sencillo programa con el que ha celebrado el Carnaval de 2018, logrando que la alegría y los disfraces fundieran el intenso frío que ha hecho estos días en La Alcarria, sobre todo a lo largo del fin de semana.

El pasado sábado, día 10 de febrero, los músicos de la charanga 'Los Chicuelos' condujeron la alegría carnavalera y los disfraces por el casco histórico de Almonacid. El pasacalles tuvo origen y destino final en el Casón de los Condes de Saceda, después de hacer diferentes paradas en otros tantos lugares emblemáticos de la villa. Una vez dentro del Casón, a resguardo del frío intenso que hacía en la villa almorcileña, los integrantes de la comparsa se sacudieron la helada con un chocolate bien calentito. Además, los integrantes de las asociaciones entregaron regalos a los almorcileños disfrazados.

La fiesta continuó hasta pasadas las diez de la noche. Fueron muchos los niños y jóvenes que se unieron a ella, incentivados por el buen hacer musical de la charanga, cuyos miembros proceden de distintos pueblos, todos de La Alcarria.

Ayer, miércoles de ceniza, acabó el carnaval almorcileño, con la típica hoguera en la Plaza del Ayuntamiento, en la que se quemó la sardina que habían fabricado los niños de la ludoteca, y una sardinada, que al igual que el chocolate del día de carnaval, prepararon las asociaciones almorcileñas de mujeres y Tercera Joven.