Convivir es complicado

22/01/2018 - 13:20 Pedro Villaverde Martínez

Hemos derivado el problema de la convivencia al campo de la educación y del aprendizaje porque en una buena educación radican muchas de las soluciones a los problemas que la sociedad plantea en cada momento.

Vivir ya resulta a veces bastante difícil, si no que se lo pregunten a esos miles de seres humanos que se juegan la vida por buscar un lugar de supervivencia mejor. Ese es sin duda es el principal motivo que empuja a tantos miles a esa emigración que tanto nos debe preocupar. Ya sabemos que siempre ha existido el fenómeno de la emigración o inmigración, que son muchos los pueblos que han sido emigrantes o inmigrantes. Dejamos el tema de la inmigración que puede agravar la convivencia, pues queremos tratar la convivencia como esa dificultad existente para saber vivir unos y otros al margen de si son venidos de fuera o todos autóctonos. Hemos visto el problema del acoso escolar, acoso entre niños, con o entre los profesores…El problema también es bastante grave. El profesor se siente impotente muchas veces y poco respaldado por los otros agentes de la educación. Ignoramos si las leyes son suficientes o suficientemente observadas, si el sistema educativo tiene puestos todos los mecanismos para que en el aula y en el Centro se den las condiciones suficientes para la convivencia. Los agentes externos al centro como puede ser el propio hogar no reúne a veces las mejores condiciones en el modo de vida que tenemos. Las distracciones o modos de entretenerse los hijos en ausencia o incluso presencia de los padres son tantos que a veces escapan al más mínimo control. No estamos diciendo que los padres no pongan de su parte cuanto puedan sino que a veces, o con frecuencia, no pueden poner cuanto ellos mismos desearan.Todo esfuerzo conjunto entre Colegio o Instituto, padres, autoridades y profesores es preciso. Hemos derivado el problema de la convivencia al campo de la educación y del aprendizaje porque en una buena educación radican muchas de las soluciones a los problemas que la sociedad plantea en cada momento. Todos estarán pensando en la multitud de problemas que se dan, y algunos muy graves, desde la convivencia en familia o en el trabajo y cualquier tipo de relación. Tal vez radique en el egoísmo de querer cada uno hacer lo que le da la gana sin tener en cuenta que esa gana puede ser la misma o la contraria a la del otro.  Y si miramos a la convivencia entre mayores hasta políticamente cada cual tendrá su opinión, pero desde luego, y lo estamos viendo, más que difícil resulta la pacífica convivencia, aunque sí necesaria en cualquier situación.