Correos, un servicio fundamental

10/07/2014 - 23:00 Redacción

Tal vez no tenga el sabor melancólico de tiempos pasados la llegada del cartero a las pequeñas localidades de la provincia con esa carta del hijo o del novio en la mili, o ese telegrama que anunciaba algo importante. Las nuevas tecnologías han hecho perder el encanto y el sentido de las cartas, pero aun así sigue siendo un servicio público de gran necesidad que genera en la provincia un total de 280 puestos de trabajo. Hoy, a esa disminución de trabajo propia del avance de los tiempos, se unen otras preocupaciones como son las denuncias que en Bruselas se ha interpuesto a las ayudas del Gobierno a la Sociedad Estatal de Correos por considerar las empresas privadas de paquetería que es una competencia desleal y que de prosperar podría hacer peligrar 81 puestos de trabajo y el reparto a esas pequeñas localidades de la zona de Molina o Sigüenza. El Gobierno, con sus ayudas, solo paga un servicio a la única empresa que es capaz de llegar al último punto de la provincia porque a los demás no les resulta rentable ir para dejar, por ejemplo, un ejemplar o dos de Nueva Alcarria, periódico que llega a casi todas esas localidades donde con muy pocos ejemplares es leída por todos. También hay preocupación por las vacaciones de verano y las pocas sustituciones que se están haciendo lo que obligará a los que trabajen a hacer rutas más largas y a doblar secciones, es decir, a llegar con menos frecuencia, algo que nos preocupa y mucho a los que tenemos un compromiso con nuestros suscriptores que tienen derecho constitucional a la información. En los tres últimos años se han amortizado en Guadalajara unos treinta puestos de trabajo por jubilaciones no repuestas. Pero lo más grave es la amenaza de las multinacionales de la logística y de la paquetería, de los fondos de inversiones extranjeros, que buscan el control del servicio. Los ministerios implicados y la propia Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, de quien depende, deben proteger a Correos de estos peligros y garantizar que su servicio se cumple con eficiencia. Es necesario un mayor control público.