De la Plata: “Las etapas se agotan, es verdad”
Después de que la liga regular terminase, Carlos de la Plata anunció su retirada. El lateral izquierdo marchamalero colgaba las botas después de una carrera prolífica en la que llegó a jugar durante muchas temporadas en Segunda División B y de la que se siente muy orgulloso. No en vano, el defensor siempre decidió por sí mismo lo que quería hacer, algo a lo que De la Plata da mucho valor.
En este sentido, el exjugador explicaba que el momento más importante de su carrera deportiva fue cuando decidió dedicarse al fútbol profesionalmente. Una decisión que fue apoyada por su familia y que, a la postre, supuso el devenir de su carrera. Talavera, Fuenlabrada, Lanzarote, Sabadell, Miranda de Ebro y Cuenca pudieron disfrutar de los mejores años del zurdo gallardo, que, como siempre se propuso, acabó su carrera deportiva en el club de su pueblo, el Marchamalo, en donde vivió el pozo de la Preferente y tres temporadas en Tercera.
“Siempre había oído que las etapas se acaban y es verdad. Creo que es el momento justo para dejarlo después de no haber tenido ninguna lesión en esta última temporada y de jugar mucho al fútbol. Ahora tengo otras prioridades”, explicaba, mientras aseguraba que se iba muy contento por cómo había transcurrido su carrera. “No me arrepiento de nada”, confesaba. Y es que, al fin y al cabo, Carlos de la Plata se ha dedicado a lo que más le gusta, el fútbol. “Además, he conocido a mucha gente, amigos, y también he estado muy agusto en todos los clubes en los que he jugado”, reconocía.
Su último club, precisamente, encara una etapa diferente en esta nueva temporada y no solo porque, como bien decía De la Plata, el lateral cuelga las botas; también por “el paso al lado que dio el antiguo presidente”, Juan Carlos Álvaro, y la no renovación de su entrenador, Nito Alonso. Eso sí, el lateral tenía claro que iba a ser del Marchamalo siempre, aunque ahora como un aficionado más que acudirá todos los domingos a La Solana. Asimismo, comentaba que el Marchamalo podía contar con él para lo que hiciera falta, como es el caso del Campus de Tecnificación que organiza el club la última semana de junio.