De parte de Rajoy

06/12/2015 - 23:00 Javier del Castillo

Rajoy no asistirá al debate que se emitirá este lunes por Antena 3, La Sexta y Onda Cero porque “tiene que gobernar” y porque prefiere delegar este tipo de cosas en “el gran equipo de colaboradores” que le rodea. Rajoy, ya lo hemos recordado aquí en otras ocasiones, sigue metido en el lío. Como Soraya tiene tablas más que suficientes para medirse con Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, el presidente se reserva para el cara a cara del día 14 con el candidato socialista, igual que hizo hace cuatro años con Rubalcaba. Un Rubalcaba empeñado entonces en demostrar que Rajoy no se había leído el programa del PP con el que concurría a las elecciones. Mientras Rubalcaba le leía la página 115, Rajoy ponía cara de póker, como si no fuera con él la cosa. Yo creo que si el lunes hubiera un buen partido de fútbol, tampoco vería el debate de Soraya con los candidatos del PSOE, Ciudadanos y Podemos. A Mariano esto de los debates - y encima con tres “jovenzuelos” que lo iban a convertir en una diana -, le parece una pérdida de tiempo.
En medio del barullo, sin papeles delante, Mariano tenía más que perder que ganar. Por sus condiciones oratorias, a Rajoy le va mejor el uno contra uno. El modelo de debate de la Academia de la Televisión, con Campo Vidal de moderador, es mucho más relajado. Y se organiza de tal forma que resulta difícil que uno interrumpa al otro. El moderador es lo más parecido a un árbitro de tenis: pendiente del reloj y de que los contendientes se atengan a los asuntos pactados previamente entre ellos. Lo del lunes pasado en “El País” ha servido para que especialistas en estrategia electoral consideren que ese debate – con Sánchez, Rivera e Iglesias – lo ganó precisamente el “ausente” Rajoy.
Al candidato popular le ha caído la del pulpo por no ir a ese debate y a otros a los que también estaba invitado, pero más le hubiera caído seguramente si hubiera comparecido en ellos. Es lo que le puede pasar el lunes a Soraya, pero “la vice” está curtida en mil batallas, sobre todo después de arrearse de lo lindo con Teresa Fernández de la Vega (cuando el PP estaba en la oposición) y con Soraya Rodríguez (con el PP ya en el Gobierno). Además, siempre podrá marcarse unos bailes con cualquiera de los contendientes.