Desescombrando almas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

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El comentario
FRANCISCO MURO DE ÍSCAR / Periodista
Se acuerdan ustedes de Haití, del terremoto que duró 37 segundos, de la terrible catástrofe? Apenas han pasado nueve meses y casi todo es silencio, pero allí sigue habiendo más escombros que edificios, más miseria que ayuda, más basura que esperanza. Y cadáveres debajo de las piedras, sin rescatar. Me lo decía hace poco telefónicamente Miguel Ureña, el alma de la Confederación Nacional Campesina de la vecina República Dominicana, que está tratando de ayudar a los cientos de miles de haitianos refugiados en las vecinas tierras dominicanas. Y lo dice Matilde Moreno en un excelente testimonio que ha publicado recientemente la revista Vida Nueva.
Matilde Moreno es religiosa del Sagrado Corazón, otra más de esa cosecha fecunda y, afortunadamente inacabable de misioneros y misioneras que se dejan la vida -o que la reciben duplicada- para ayudar a otros. Matilde relata la terrible situación que se vive en Haití y dice que “para desescombrar Puerto Príncipe harían falta mil camiones trabajando durante mil días”. Ella misma vive refugiada en la casa de las Hijas de Jesús de Kermaria porque la suya se derrumbó. Ya no es profesora. Ahora, con otros religiosos, forma parte de la “Célula de Ayuda Psicosocial” cuyo fin no es otro que colaborar “en la reconstrucción de personas”, de profesores que aún no han superado la tragedia y que tienen que atender a alumnos sin padres, a adolescentes mutilados, a madres que no han podido recuperar a su bebé, todavía sepultado bajo los escombros... Haití, hoy. Todavía. A pesar de la ayuda internacional. Tal vez porque mucha de esa ayuda no ha llegado a Haití.
No me resisto a copiar lo que Matilde escribió un día en medio de ese caos que dura ya nueve meses. Lo titula Nueve Aprendizajes y una Certeza. Dice así: “1.- Puedes seguir viviendo sin nada de lo que tienes.

2.- Procura tener en el corazón todo lo valioso que quieras conservar. Eso es lo que se salvará del desastre y lo que te podrá salvar a ti. 3.- Vive preparada para que tu vida pueda cambiar en 37 segundos. Sufrirás mucho menos y podrás ayudar a los que creyeron que su vida nunca cambiaría. 4.- Cuida tu cuerpo. Ten buena relación con él. Escúchale. Es el mejor aliado que tienes para curar tu espíritu. 5.- Cuando pienses en la posibilidad de un desastre, no imagines sólo en qué podrás ayudar. Puede que te toque vivir como refugiada al amparo de alguien. 6.- El dinero sólo sirve cuando hay algo que comprar. 7.- No pienses solamente en que puedes dar a los demás, en qué puedes ayudarlos. Ejercítate en recibir sin sentirte humillada. 8.- Practica el contemplar y el tocar. Cuando la realidad nos hace enmudecer, sólo nos quedan la mirada y las manos. 9.- No me interesa saber por qué estoy viva. Sólo quiero saber para qué. 10.- Solo existe una certeza: siempre hay ALGUIEN que amorosamente te acompaña”. Gracias, Matilde. Feliz semana a todos.