Despoblación escolar

24/02/2018 - 13:10 Luis Monje Ciruelo

De los 143 pueblos que tenía la comarca de la Alcarria, 64 se quedaron sin escuela. Y entonces era presidente regional José Bono.

Una carta al director de hace unas semanas, firmada por un cargo secundario socialista  criticaba  el cierre, a su juicio prematuro, de escuelas rurales durante el mandato de Cospedal por la disminución del alumnado, hasta sumar el setenta, algunas porque tenían menos de cinco alumnos, y dice que el gobierno de Page trata de evitar los cierres.  Porque yo fui el responsable en la Delegación de Educación y Ciencia del Transporte Escolar, que se multiplicó para que ningún niño se quedara sin atención escolar voy a explicar los cierres. Como consecuencia de la emigración rural a la ciudad, que redujo casi a la mitad el censo de la provincia se quedaron las escuelas semivacías. Estos son los escuetos e impresionantes datos oficiales de un artículo sobre el tema que publiqué en ABC, el siete de julio de 1974. Disminuyó tanto el alumnado que en sólo la década de los sesenta se redujo de 9.770 a 5.560, de tal manera que los pueblos Olmeda del Extremo, Mantiel, Barriopedro, Oter, etc que tenían respectivamente 26, 22, 21y 18 se quedaron sin ninguno, y en Peralveche la matrícula se redujo de 46 a uno, en Castilmimbre de 61 a tres, en Renera de 45 a dos. De los 143 pueblos que tenía la comarca de la Alcarria, 64 se quedaron sin escuela. Y entonces era presidente regional José Bono. Se multiplicaron las rutas de transporte escolar para atender a los niños que se quedaron sin escuela  concentrándolos en las escuelas todavía abiertas, con 1.400 kms diarios de recorrido, y donde no era posible se escolarizaban en  Escuelas- Hogar. Es cierto que algunos pueblos protestaron  por estas innovaciones sin pensar que eran en beneficio de sus hijos, pues no es aconsejable desde ningún punto de vista mantener escuelas con tres o cuatro alumnos. Es verdad que la supresión de la escuela era el peldaño final en la escala regresiva de los pueblos con la desaparición del último funcionario después del traslado del médico, sacerdote, del secretario, con el complejo de inferioridad que ello acarrea. El alumnado sólo aumentó ligeramente en Iriépal, Taracena, Albalate, Almoguera, Mondéjar y Mandayona, además de las cabezas de partido y comarca.  Eran medidas, los cierres y traslados, que a todos dolían y a pocos conformaban. Y terminaba mi artículo en ABC con este comentario. “La situación es tan preocupante que no sabemos qué futuro nos deparará en lo educativo, la emigración que no cesa”.