Dos guadalajareños probarán sus límites en la carrera más salvaje de MTB

28/04/2017 - 18:13 Alberto Moreno Pérez

El desierto de Marruecos dará la bienvenida este domingo a los 460 titanes inscritos en la XII Gaes Titan Desert by Garmin. Se trata de una de las pruebas más singulares y duras del mundo de la MTB, con 600 kilómetros de recorrido distribuidos en seis etapas. Entre esos aventureros, dos alcarreños: Raúl Pereira y Roberto de Andrés.

30 de abril. 8.00 horas. Madrid, en pleno desierto de Marruecos. En ese instante dará comienzo la gran aventura para 460 valientes. Será el inicio de la Desert Titan, una de las pruebas más exigentes del mundo de la MTB que enfrentará a los participantes a una distancia de 600 kilómetros, entre un calor extremo, diversos pasos de dunas, arena, mucha arena y todo ello en las peores condiciones imaginables.

La prueba que llega este año a su duodécima edición y que se distribuye en seis etapas contará con la presencia de dos guadalajareños: Raúl Pereira y Roberto de Andrés. Ambos afrontarán la cita como una forma de superación personal. “Queremos vivir la experiencia, afrontarla como un reto personal, para comprobar nuestros límites”, explica Roberto. “Es una prueba mítica, como el Tour de Francia de la MTB y queríamos probarla”, recalca Raúl. 

Ambos decidieron hace cuatro meses formar parte de esta aventura, hacer algo grande, algo para recordar el resto de sus vidas. Ahora, después de horas y horas de preparación, llega el momento de la verdad. “ Tenemos más que nervios, muchas ganas de que llegue ya la carrera. Llevamos cuatro meses pensando en lo mismo y queremos empezar a disfrutarlo y vivir ya la experiencia, destaca Raúl, de 38 años. “No me da miedo la carrera a pesar de todo lo que cuentan de ella, pero sí mucho respeto”, apunta Roberto, de 47 .

Y es que su preparación ha sido intensa. Bajo las órdenes del entrenador personal Carlos Muñoz, han ido arañando horas a la familia y al trabajo para poder llegar al desierto de Marruecos en las mejores condiciones, tanto físicas como mentales. El aspecto psicológico, precisamente será el gran handicap que deben superar. Roberto de Andrés ha conocido la experiencia de otros titanes y si algo tiene claro a unas horas de empezar el reto es que “hay que ser muy fuerte de cabeza porque vas a enfrentarte a unas condiciones extremas y pedaleas mucho tiempo tú solo. Hay, por ejemplo, una recta de 17 kilómetros en los que no ves a nadie, solo arena y sol, arena y viento”.  Además, esta edición se presenta con la predicción de fuertes vientos que la harán aún más extrema, si cabe. “Dicen que a partir del tercer día te empiezan a doler cosas que no te habían dolido nunca”, descubre Roberto y añade que “ante eso, solo hay una opción: tirar de cabeza y levantarse al día siguiente otra vez.  Sabes que te va a doler todo, ya vas con esa idea”.

 

Seis intensos días

La prueba se disputará desde el domingo hasta el viernes 5 de mayo. Serán seis etapas entre las que destacan la tercera y la quinta. Ambas tendrán el nivel de dificultad más alto posible. Además, en tres de estas etapas los corredores deberán superar más de 1.000 metros de desnivel.

Después de los dos primeros días con dunas y una zona muy pedregosa, la tercera jornada será esencial. En esta, con principio y final en Merzouga, la aventura tomará tintes épicos incluyendo un tramo sin señalización.

La cuarta y la quinta jornada forman la considerada como etapa maratón. Los corredores no tendrán asistencia médica ni de fisioterapia durante estos dos días, lo que incrementará la dureza de la prueba. “Sales con lo que vas a necesitar en dos días, como el saco de dormir, colchonetas... ahí no hay mecánica ni fisioterapia. Es la gran prueba de la autosuficiencia y además, la quinta etapa es la más larga, con 143 kilómetros”, explica Roberto. “Es una forma de que la carrera mantenga su leyenda de dureza”, dice Raúl, haciendo referencia a ese 20 por ciento de los participantes que regresa a casa antes de cumplir el sexto día de la aventura.

El objetivo para nuestros dos protagonistas pasa por terminar la carrera y superarse a sí mismos, aunque Roberto advierte de que “somos competitivos al máximo y cuando estemos allí ya veremos...”. Pero más allá del espíritu de superación está la parte menos romántica del reto, la económica. Participar en la Desert Titan no es barata. Entre inscripción –sobre los 2.000 euros–, viajes, servicio de fisioterapia y mecánica, vuelos, equipaciones... hace que los participantes tengan que emprender otra aventura previa antes de partir hacia Marruecos: buscar sus patrocinadores.

 “Hemos tenido que buscar muchos apoyos y poco a poco hemos podido reunir el dinero”, explican. Así, Raúl contará con la ayuda principalmente de Tecnalum y Legrand, mientras que Roberto recibirá la colaboración, sobre todo de Argenta y Azulejos Brihuega. Además, portará el distintivo de Nipace, ya que realizará un proyecto solidario para recaudar fondos para esta fundación.

El 5 de mayo los valientes que aún queden en carrera afrontarán la última etapa. Será un homenaje a los grandes supervivientes que podrán contar que han completado la carrera más dura del mundo y en ese grupo de privilegiados esperan estar los dos bikers guadalajareños.