El aperitivo de Rajoy

13/11/2010 - 00:00 Victoria Lafora

Debió de darle un pronto y... ¡zas!, ni corto ni perezoso, Mariano Rajoy rompió su siesta, abandonó el cómodo diván que le presta Peridis y se puso a clamar con vehemencia... ¡Yo como Cameron, yo como Cameron! Con lo a gusto que estaba tan calladito, fumándose su puro y esperando a ver pasar el cadáver de su enemigo. Y es que la remodelación del Gobierno, sobre todo la elevación a la vicepresidencia de Alfredo Pérez Rubalcaba -¡Va de retro satana!- fue el detonante que le sacó del sesteo como de un mal sueño; una pesadilla en la que todos los ministros del gabinete unían sus voces contra el, convertidos en coro de cámara. Así que no tuvo más remedio que abandonar de una vez el silencio para dar a los españoles un aperitivo de por donde iban a ir sus propuestas, tan celosamente guardadas hasta este momento. Con anterioridad se había apuntado al carro de Nicolás Sarkozy, y también al de Ángela Merkel, pero las derivas posteriores de ambos mandatarios fueron enfriando las iniciales adhesiones de Rajoy. Ahora es Cameron el ejemplo a seguir y, después de escuchadas sus propuestas iniciales, el presidente del PP se apunta a ellas y nos muestra por fin la patita a través la puerta. Eso si, solo la patita y con las ambigüedades a las que nos tiene tan acostumbrados; diciendo que la música le gusta aunque habría que concretar pero sin concretar. Y es que Cameron, el arquetipo de Rajoy, si ha empezado a tomar medidas muy concretas. Entre otras, se ha propuesto ampliar la edad de jubilación, la reducción drástica en el número de funcionarios (supresión de 500.000 empleos públicos), un aumento importantísimo del coste de las matriculas universitarias (multiplicando por tres el actual) y la supresión del seguro de paro a quien rechace un empleo. Eso si es tener claras las ideas, sin ambigüedades ni circunloquios. Y, así las cosas, convendría que Mariano Rajoy, aprovechando sus múltiples apariciones públicas en Cataluña con motivo de la campaña electoral, se definiese de una vez sobre estas medidas de Cameron que implican un evidente recorte del gasto social. ¿Sigue siendo el PP el partido de los trabajadores, o ya no tanto? Sería bueno que concretara sus propuestas para salir de la crisis y comenzara a trazar sus planes de gobierno; un programa mas allá del populismo que hoy demuestra con esas medidas xenófobas e insolidarias de echar a los emigrantes que hayan perdido el puesto de trabajo. Porque hasta en eso demuestran una cortísima y oportunista visión de la economía. .