El Ayuntamiento de Sigüenza lamenta la muerte de Palomo Linares

25/04/2017 - 18:38 Redacción

Hace unos días el maestro Palomo Linares charló animadamente con los seguntinos en una tertulia taurina.

 

El Ayuntamiento de Sigüenza lamenta el inesperado fallecimiento del torero y pintor Palomo Linares. Era habitual ver al maestro en la ciudad de Sigüenza, y también en la Plaza de Toros de Las Cruces, en la Feria de San Roque.

Hace unos días el maestro Palomo Linares charló animadamente con los seguntinos en una tertulia taurina. De él dijeron los moderadores de aquella noche que el maestro transmitía "energía positiva”, definiéndolo como torero con dos palabras: “arrojo y espectacularidad”. “Todo profesional tiene que tener arrojo en lo que hace, pero sobre todo, transmitir. Se dedique a lo que se dedique, tiene que buscar siempre no defraudar a sus partidarios”, sentenció Palomo Linares. El maestro no defraudó a nadie aquella noche, y transmitió con sus palabras, igual que lo hacía en los ruedos o con su pintura. Descanse en Paz. Desde el Ayuntamiento de Sigüenza, el más sentido pésame a sus seres queridos en los que deja, a buen seguro, una huella imborrable.

Sebastián Palomo Martínez nació en Linares, el día 27 de abril de 1947. El 22 de mayo de 1972, en Las Ventas, acartelado con Andres Vázquez y Curro Rivera,  cortó un rabo al toro Cigarrón, de 566 kilos, del hierro de Atanasio Fernández, algo que no ocurría desde hacía 37 años.  Solo diez toreros han tenido el honor de cortar un rabo en la historia de la primera plaza del mundo, y Palomo Linares fue el último de ellos. Además, en aquel año mágico para el torero, el maestro cortó un rabo en La Monumental de Méjico, al toro Tenorio, de la ganadería de 'Las Garfias'. El último español que lo había conseguido había sido Manolete, en el año 1946. Así, Palomo Linares se convirtió en el único matador en la historia del toreo que ha cortado un rabo en Las Ventas y otro en la Monumental de Méjico, algo que además, logró en el mismo año.