El Cid sale por la puerta grande de Las Cruces

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
FERIAS Y FIESTAS- SEGUNDA DE ABONO

  Comenzó la tarde a escribirse con renglones torcidos y, excepto en el segundo toro, nunca llegó a crecer. Esta vez el augurio gitano de apertura triste con final feliz no se cumplió. Tan sólo a medias para El Cid, que fue el único capaz de sacar agua de una mala corrida de Santiago Domecq: floja, desrazada y sin menor atisbo de brillantez.El cartel tenía tirón con dos de los únicos soldados que han aguantado la temporada y están tirando del tren de la misma: El Juli y El Cid. Pero la tarde se quedó a las puertas de casi todo.


El cartel tenía tirón con dos de los únicos soldados que han aguantado la temporada y están tirando del tren de la misma: El Juli y El Cid. Pero la tarde se quedó a las puertas de casi todo y frenó en seco la racha concatenada de puertas grandes de El Juli, dejando un atisbo para un Cid que cayó de pie en Guadalajara. Puerta grande para el sevillano en su debut.

 


Para El Cid cayó en el sombrero del sorteo la papela con el único toro aceptable del encierro, el que hizo segundo. ‘Listillo’ en el registro ganadero. Como en la vida, con mayor empuje y fuerza que el resto de los jugados. En cada grupo siempre lo hubo. Un listillo, un enterado. En el grupo de amigos, en la comunidad de vecinos, aquel que se deja llegar haciendo ruido. El que no se tapa y se hace notar, siempre con un tranco de más sobre el resto. También el ‘listillo’ al que en la tarde de ayer se fue a recoger El Cid con un saludo limpio de verónicas intercaladas con chicuelinas. Lo brindó Manuel al público y desde las arrancadas iniciales le cogió la distancia. Lo citó desde lejos y encajado en la cintura ligó los derechazos en dos sabrosas series plenas de temple en las que dejó la muleta yerta en la cara. Pronto cogió ritmo la faena, merced a la embestida pronta y repetidora. Tuvo fondo el toro y El Cid también lo intentó con su mejor mano; la izquierda, en dos tandas apoyadas con la ayuda. El epílogo llegó con dos circulares invertidos que convulsionaron los tendidos. Qué feo recurso tan al uso del toreo moderno. El pinchazo que precedió a la estocada le cercenó a El Cid la segunda oreja del ‘listillo’ al que arropó en su agonía cubriendo el lomo con su muleta, cual escultura de Benlliure.

 


Cuando el quinto de la tarde saltó al ruedo, El Cid se aferró al toro como a un clavo ardiendo para arañar la llave del triunfo. Crudo lo dejó en el caballo, a pesar de lo cual el animal llegó a la muleta con viaje muy corto y sin emplearse. Se mostró reservón y escarbón y el cite se planteó en la corta distancia, extrayendo los muletazos de uno en uno, dejando morir el tiempo entre pases. Esta vez aguardó El Cid al cierre de su labor para enrabietarse y enjaretar la tanda de mayor fibra y emotividad. A ésta le siguió una gran estocada con la que conquistó otra oreja y otro peldaño más en la escalada de su temporada.

 


 

 




 

fICHA TÉCNICA

 


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Cinco toros de Santiago Domecq y uno de Ana Bohórquez (3º). Flojos y desrazados, en general, excepto el noble y repetidor segundo, con genio y calidad.

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El Juli (añil y oro), dos pinchazos, un descabello, golpe del puntillero y dos descabellos (silencio) y en el cuarto, pinchazo y estocada (silencio). El Cid (tabaco y oro), pinchazo y estocada trasera (oreja) y en el quinto, estocada (oreja). Alejandro Talavante (celeste y oro), estocada tendida habilidosa (silencio) y en el sexto, pinchazo y estocada (aplausos).

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Plaza de toros de Las Cruces. Segunda de abono en tarde agradable con intervalos nubosos. Más de tres cuartos de entrada en los tendidos. Preside el festejo José de Pedro.