El Dalai Lama acusa a China de "genocidio cultural" y reitera que pide "autonomía, no separación"

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El Dalai Lama denunció hoy ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Reino Unido el "genocidio cultural" perpetrado por China con el Tíbet a raíz de la ocupación que mantiene desde el siglo pasado, e insistió en que sus propuestas para poner fin al conflicto pasan por una fórmula de "autonomía, no separación" del gigante asiático.
No obstante, en respuesta a los diputados británicos acerca de la situación tras casi cinco décadas de Gobierno en el exilio, el Dalai Lama admitió que existen "limitaciones" para las posibilidades de actuación de la comunidad internacional, si bien aprovechó su presencia en Londres para pronunciarse sobre la atención prestada por Gran Bretaña: "Creo que no es suficiente".

Aún así, a una jornada de entrevistarse con el primer ministro, Gordon Brown, en la residencia oficial del Arzobispo de Canterbury en lugar de en el número 10 de Downing Street en el que el mandatario suele recibir a los responsables políticos, el líder religioso restó importancia al emplazamiento de la reunión, que ha generado una importante controversia en Reino Unido entre los activistas pro Tíbet y parte de la clase política, que han denunciado la concesión de Brown para evitar disgustar a las autoridades chinas.

Con todo, el Ejecutivo de Hu Jintao ya ha expresado su malestar por la mera celebración del encuentro, en el que el Dalai Lama prevé analizar el rechazo de China a ratificar la Carta de Derechos Políticos y Civiles de las Naciones Unidas, según avanzó en su intervención de esta mañana en Westminster, la segunda de su viaje de diez días a Gran Bretaña, después de que ayer se dirigiese a una comisión mixta de diputados de las dos Cámaras que evalúan el conflicto.

Al respecto, el Dalai Lama aprovechó la comparecencia de hoy, centrada en los Derechos Humanos, para apostar por el traslado de observadores internacionales que supervisen el comportamiento de China en relación al Tíbet y el grado de cumplimiento de las políticas que se comprometió a acometer, según él, "muy bonitas sobre el papel", pero sin la adecuada traducción práctica.

DIFERENCIAS

El líder religioso explicó que si la batería de medidas que supuestamente deberían estar en marcha "lo estuvieran de hecho sobre el terreno", no habría "razón para quejarse". "Pero hay siempre una gran diferencia entre lo que está sobre el papel y la práctica", lamentó, tras lo que añadió: "En realidad, siempre hay esta diferencia".

Aún así, en una entrevista concedida anteriormente a la BBC, el Dalai Lama detectó un cambio en las autoridades de China que revela un "más amplio contacto con el mundo", patente a raíz de su reacción ante los devastadores efectos del terremoto en Sichuán, que según las últimas cifras oficiales acabó con la vida de más de 50.000 personas.

En su opinión, la evolución de los acontecimientos desde la tragedia acontecida hace diez días supone un "signo de que la República Popular de China está cambiando, al menos década a década", hacia una "esperanzadora mayor transparencia en otros ámbitos" que podrían incluir eventualmente al conflicto del Tíbet.

AUTONOMÍA

Al respecto, insistió en que reclama un tipo de autonomía, en contraposición a las demandas de independencia de parte de su pueblo, y añadió que pese a que su reclamación "no persigue la separación", la "no mejora" ha conducido a una "creciente frustración". Aún así, se mostró "bastante optimista" y añadió que el futuro común beneficia tanto al Tíbet como a la propia China: "La cultura budista puede ser una gran contribución para enriquecer la herencia cultural" de la república popular.

Por todo, declaró que "antes o después" deberán producirse las conversaciones con el Gobierno chino en las que "la cuestión de la independencia o la separación estarán fuera de todo orden", si bien añadió que las diversas corrientes de opinión presentes en su pueblo, entre las que se encuentran las críticas con el acercamiento al Gobierno chino, son "bienvenidas".

Por lo que respecta a su visión, confirmó su "compromiso con un tipo de autonomía" en la que cuestiones como Defensa o Asuntos Exteriores competerían al Gobierno central, frente a otras como Educación o Medio Ambiente para las que apostó por una gestión tibetana. "Es real, una autonomía significativa", aseveró, tras lo que reconoció la polémica que esta apuesta genera entre su propia gente. "Creo que podemos manejarla", aseveró.