El Depor ‘aprieta pero no ahoga’

20/11/2010 - 00:00 Rubén Martínez

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‘Quien gana y no cambia pierde’, ‘no hay rival pequeño’ o ‘el que perdona lo acaba pagando’. Son algunas máximas del fútbol que se pueden aplicar a lo sucedido ayer al Depor. El cuadro de Terrazas tuvo que conformarse con un simple empate ante el Coruxo, un rival inferior sobre el papel y a tenor de lo visto sobre el terreno de juego pero que se negó a claudicar y acabó sacando petróleo del Escartín. Los morados deberán reflexionar y aprender de lo sucedido para no volver a cometer los mismos errores que le privaron de tres puntos que parecían ya en el bote tras el espectacular tanto de Iván Moreno en el primer tiempo.
Sin embargo el exceso de confianza en la segunda mitad provocó la relajación en los alcarreños, que fueron reduciendo sus pretensiones ofensivas y perdiendo fuelle respecto a lo visto durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Ello dio alas al conjunto vigués, que enrabietado fue creciendo en un partido en el que el Depor pecó de autocomplacencia. No así en los primeros compases donde, tras sacudirse de un inicio de furia del cuadro gallego, los morados comenzaron a desplegar su juego. Al principio obcecado en el desplazamiento largo y poco a poco, al ritmo y compás de Rubén Cuesta. El cordobés, que junto a Saizar, repitió titularidad tras su buena actuación ante el Real Madrid Castilla, volvió a reivindicarse con un excelente pase a Iván Moreno que supuso el primer gol de la tarde. El 7 de los morados, ante el atrincheramiento visitante, se armó de paciencia y utilizó su mejor arma: el último pase, dejando a Iván Moreno sólo ante el guardameta del Coruxo. El extremo pacense, dejó atónita a la parroquia morada al enviar el cuero a las mallas gracias a una sutil vaselina. Dos genialidades que por el momento rompían el partido para los de casa.
 
Los galones de Cuesta
Para entonces, el Depor ya había aprendido a hurgar en la adelantada retaguardia gallega y Rubén Cuesta, algo desaparecido hasta el 1-0, comenzó a carburar. Pasó de ser un islote sin participación en el juego a erigirse como jefe de operaciones. Adelantó su posición y desde línea de tres cuartos, ponía su valía al servicio del equipo generando oportunidades de peligro de manera cada vez más insistente. No obstante no aguantó la exigencia de los noventa minutos y tuvo que ser sustituido por Nico en el segundo tiempo. Poco quedaba ya del Coruxo ramplón que había pululado por el Escartín en el primer tiempo. Ahora Antúnez y Aitor discutían el dominio al Depor y con el paso de los minutos comenzó a merodear las inmediaciones de Saizar. El empuje vigués acabó con un rapapolvo de Quesada, que erró en uno de los pocos fallos que se le puede achacar al valenciano en esta temporada y David Pérez se plantó sólo en el área ante el arquero guadalajareño, que respondió con una sensacional parada, que salvó a los suyos. El partido ganó en vistosidad, el Coruxo buscaba, ahora sí, la meta local y ello multiplicaba los espacios en la defensa visitante (que continuaba con 5 hombres a pesar de la desventaja en el marcador), sólo faltaba matar el partido. Aún así, los deportivistas no encontraban las vías para sellar la victoria y ello fue alimentando las esperanzas del Coruxo hasta que pasada la hora de partido, Zurbano emulaba a Iván Moreno y tras recoger un pelotazo procedente del área opuesta, batía por alto a Mikel Saizar convirtiendo el empate. Una vaselina que golpeó a los morados con su propia medicina y que devolvía las tablas al marcador. Quedaba tiempo pero el Depor se apresuró demasiado en ir en pos del triunfo y el Coruxo, con mucho oficio, no se lo permitió. Los de Josiño Abalde comenzaron a utilizar sus malas artes para sacar del partido al conjunto morado. Con continuas interrupciones y juego brusco, los gallegos evitaban continuidad y ritmo en los deportivistas, cuyo recurso ofensivo fue reduciendose poco a poco a la estrategia. Allí pudo asestar el golpe de gracia el equipo de Carlos Terrazas pero entonces fue la madera la que se interpuso entre la victoria y el cuadro alcarreño. Ernesto mandó una parábola envenenada al portal de Alberto pero el cancerbero visitante tocaba lo justo para desviar el esférico que finalmente se estrellaba en el poste. También Javi Soria probó fortuna de libre directo pero su lanzamiento se marchó fuera a la par que el partido expiraba. Al Depor se le siguen atragantando los rivales que se cierran atrás y aunque sumar siempre es positivo dio un leve receso al perder la posibilidad de acostarse en puestos de play-off. Para Terrazas, es el primer partido que no vence en el Escartín aunque aún no se puede hablar de síntomas de debilidad en un equipo que mereció ampliamente el triunfo.