El Deportivo impone su ley en la provincia

Los tres equipos se tomaron el torneo como lo que era, un amistoso entre semana que sirvió a todos para preparar sus respectivos compromisos ligueros del fin de semana. Pero más significativos fueron los cambios en el Deportivo. Seis de los titulares el pasado domingo ante el Conquense –Sanmiguel, David Fernández, Jorge, Javi Soria, Aníbal y Juanjo– vieron el torneo desde la grada, al no estar ni siquiera convocados, mientras que Oniatz, Oya o Cerrudo completaron el banquillo pero tampoco jugaron. Los otros dos titulares de los últimos partidos –Iván Moreno y Nico– participaron durante la última media hora del último partido, el de la final ante el Azuqueca.
Por tanto, en el Deportivo hubo rotaciones, como era lógico ante la diferencia de categoría sobre el Azuqueca y el Marchamalo. Así las cosas, el portero Mikel Saizar jugó sus primeros minutos con la camiseta deportivista, acompañando a otros futbolistas que acaban de salir de diversas lesiones como Quesada, Barral, Míchel o Ernesto, y también a otros como Antonio Moreno y Rubén Cuesta, que no han tenido mucho protagonismo durante los primeros partidos oficiales de la temporada. Todos ellos jugaron los 90 minutos repartidos en los dos partidos, a excpeción de Ernesto, que completó una hora. Los jugadores del filial que están entrenando con la primera plantilla como Nabil, Josema y Rafa Espada, además del medio centro Baeza y del interior diestro Rony también tuvieron su oportunidad en este torneo jugando todos los 90 minutos a excepción de Nabil, que disputó la última media hora.
Independientemente del resultado final del torneo, en el que el Depor fue campeón, el Azuqueca segundo y el Marchamalo tercero, el morbo estaba en el primer partido que disputaron Marchamalo y Azuqueca. El delantero madrileño Cristian Seubert volvía al campo San Miguel pero no vestido de rojinegro, su equipo de las últimas temporadas, sino de verde, con la camiseta del Marchamalo.
El partido entre los dos ‘terceras’ era el que abrió la jornada, venciendo el Azuqueca al Marchamalo 1-0 gracias al gol de José Vega. Sin embargo, el duelo no estuvo exento de polémica, con un penalti en cada área no señalado y alguna que otra trifulca sin mayores consecuencias.
El perdedor, el Marchamalo se enfrentó en el segundo partido al Deportivo. Los gallardos plantaron cara al conjunto capitalino, que ayer vistió de blanco, hasta que apareció Rubén Cuesta. El cordobés envió primero un centro a Míchel, que remató al larguero, y después otro pase largo para que Ernesto condujera el balón por la banda izquierda, centrara al área chica donde Rafita Espada marcaba a placer.
Así las cosas, Deportivo y Azuqueca se enfretaban en el tercer y definitivo partido, el de la final, un duelo en el que Rafita Espada volvía a marcar el único tanto, aunque en el gol tuvo mucho que ver Nico. Nada más saltar al campo, el pequeño jugador murciano corrió por la banda y, con ‘caño’ incluido, centró de nuevo al área chica para que Rafa volviera a ‘mojar’ convirtiéndose en el protagonista del torneo, por lo que se llevó el trofeo al mejor jugador.
El Marchamalo y el Azuqueca también jugaron con equipos en los que mezclaron titulares con suplentes e incluso con gente de la cantera.