El Gobierno etíope acusa a la oposición de intentar provocar disturbios para derrocarlo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El Gobierno etíope afirmó este miércoles que la oposición podría intentar llevar a cabo disturbios violentos durante las próximas elecciones nacionales, las primeras desde que los comicios celebrados en 2005 terminaran con enfrentamientos callejeros y varios políticos fueron encarcelados.
El Gobierno ya aseguró en 2005 que la violencia estaba planeada para forzar un cambio inconstitucional después de que las dos partes que concurrían a las elecciones reivindicaran haber ganado. Las fuerzas de seguridad terminaron con la vida de unas 200 personas en las calles, y los principales líderes de la oposición fueron enviados a prisión.

El Partido gobernante, Frente Revolucionario Democrático del Pueblo Etíope, afirmó anoche que Beyene Petros, líder de la principal coalición opositora, Medrek, aseguró ante miles de seguidores que era posible derrocar al Gobierno de forma violenta.

"Aseguró que si la sociedad no está contenta con un Gobierno, ellos pueden crear algún tipo de problema, pueden protestar y derrocar al Gobierno sin elecciones", afirmó el portavoz del partido gobernante, Sekuture Getachew. "Sólo podemos imaginar que se inclinan hacia algún tipo de actividad violenta", indicó Sekuture.

Beyene aseguró que las acusaciones son "vergonzosas" e indicó que su discurso sólo mencionaba las formas constitucionales de apartar gobiernos, como la moción de censura. "La violencia no estaba implícita en mi discurso", afirmó Beyene. "Sólo hablaba de procesos democráticos normales, han intentado encontrar algo en un esfuerzo por incriminarnos", añadió.

Los analistas dicen que el Gobierno intenta evitar una repetición de la violencia de 2005 y observa de cerca el lenguaje que utilizan los líderes de la oposición en sus discursos.

Se espera que el primer ministro, Meles Zenawi, gane sin problemas los comicios previstos para el próximo 23 de mayo. La oposición asegura que este hecho se debe a que sus candidatos son acosados y que se ofrecen incentivos a los habitantes de las zonas más remotas para que voten al partido en el poder. Mientras, el Gobierno sostiene que la oposición intenta desacreditar las elecciones.

Meles ha acordado un código de conducta electoral con tres partidos de la oposición. Medrek rechazó unirse a este código, afirmando que había cuestiones, como la reforma del organismo electoral, que no se habían incluido. El primer ministro también ha alertado a los políticos que violen el código de conducta que pueden ser juzgados después de los comicios por ir en contra de la Constitución.