El juego político y complejo

11/11/2017 - 13:43 Pedro Villaverde Martínez

 Cuando escuchamos a los políticos hablar por televisión casi es asco o rabia lo que a veces pueden causar.

Decía Montesquieu que el juego nos gusta porque halaga nuestra avaricia, es decir , la esperanza de poseer más. Santiago Rusinyol  que el juego es altamente moral “Sirve para arruinar a los idiotas” y Montaigne que “los juegos de los niños no son juegos, sino que hay que juzgarlos por sus acciones más serias”. Ciertamente nosotros pensamos que el juego es una cosa seria y propia de niños y de no tan niños. Titulamos el juego político porque pareciera que la Política es un juego aunque nosotros estemos más de acuerdo con Pío Baroja cuando dice que  “es un juego sucio entre compadres”. Tremenda definición si es que la dijo porque el noble arte de la Política es algo sin el cual difícil, casi imposible, resultaría la convivencia. Cuando escuchamos a los políticos hablar por televisión casi es asco o rabia lo que a veces pueden causar. Parece un juego de niños lo que muchas veces dicen. Es típica la frase un tanto infantil de “y tú más” cuando uno le dice a otros alguna lindeza, pero si recapacitamos nos daremos cuenta que eso, aunque de otro modo más sofisticado, es lo que podemos escuchar  en el mismísimo Parlamento. Aquello, de qué se trata que me opongo o asiento según las circunstancias es una verdad incontestable. Los votos están más que recontados en sede parlamentaria y muy raro sería una sorpresa. No cabe duda que esto parece algo irremediable y que las cosas son como son y que tal vez de otra forma seríamos ingobernables, pero todo esto causa un más que cierto pesimismo y sólo una esperanza muy lejana queda al ciudadano de a pie de que las cosas vayan a mejor, si están mal. Pesimismo pueden llamar a esto y tal vez las cosas mejoren, pero el que manda quiere seguir mandando y las alianzas pueden llegar a ser muy raras con tal de no dejar que ese poder pase a otros. Menos mal que como dice el dicho los ciudadanos no somos  tontos …
    Ya hace tiempo que escribíamos esto pero nos parece oportuno volver a repetirlo ante lo que nos está tocando vivir estos días o meses que llevamos ya con el asunto político catalán que seguirá girando hasta las elecciones del 21 de diciembre y después también en el escenario que resulte y en el que habrá  ya la obligación inexcusable de buscar el entendimiento.