El monasterio de Bonaval

14/10/2011 - 00:00 José Manuel Sanz

 
  
      Ocurrió hace pocos días. Guadalajara tiene muchos tesoros escondidos, aunque a partir de ahora tendrá medio tesoro menos. Me refiero al monasterio cisterciense de Santa María de Bonaval, joya arquitectónica del siglo XII situado en el término municipal de Retiendas. El lienzo oeste del monasterio ha dicho que no puede más, y se ha tirado al suelo para protestar por la incomprensión de las Administraciones, y lo que es más grave, la indiferencia del Pueblo de Guadalajara. Se derrumbó hace apenas unos días. Realmente es algo que se veía venir, y esto es solo el comienzo.
 
  Situado en una finca con decenas de propietarios, la maraña burocrática ha impedido saber hasta hace poco a quiénes pertenecía el monasterio. Ahora repiten algunas Administraciones aquellas famosas palabras del expresidente Aznar: “Estamos trabajando en ello”. Pero no. No están haciendo nada, y cada vez que sucede algo así en Guadalajara (más a menudo de lo que cree la mayoría de los ciudadanos) los políticos callan y esperan a que pase la noticia, entre el silencio y el cargo de conciencia (si lo tienen). Bonaval reconstruido podría muy bien ser uno de los monumentos bandera de la provincia de Guadalajara. No quedan muchos monasterios así al sur del Tajo. Pero no.
 
   Lo mejor es callarse, esperar a que todo pase, y sentarnos tranquilamente en el sofá a ver si los que salgan elegidos el 20 de Noviembre siguen permitiendo que vivamos a la sopa boba, como hemos vivido estos últimos años. Debería darnos vergüenza. Estamos dejando que gran parte de nuestro patrimonio cultural se pierda por la negligencia de quienes dicen representar al pueblo y no hacen otra cosa que sentarse sobre él a fumar puros y beber coñac.
 
  El monasterio de Bonaval merece una intervención inmediata para limpiar y consolidar la gran parte que todavía queda en pie. Y después ha de llegar la reconstrucción parcial. Este es el deseo de un humilde castellano. Difícil deseo. En cualquier caso, seguro que el voto de los ciudadanos el próximo 20 de Noviembre no se guía por algo tan romántico como lo que comentamos. Más bien será votar a los de siempre para que todo siga igual, porque es Derecho Divino que el PP y PSOE puedan seguir viviendo a nuestra costa. Es lo que nos gusta.