El Prao de los Judíos, primer yacimiento de la región preparado para el turismo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: RAÚL CONDE. GUADALAJARA
Se trata de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la región. Y, a partir de este año, también lo será desde un punto de vista turístico y cultural. El Prao de los Judíos, ubicado en el antiguo barrio judío de Molina de Aragón, va a ser el primer yacimiento visitable de Castilla-La Mancha. Es una iniciativa novedosa que, según la consejera de Cultura, Marisol Herrero, aportará “otro importante atractivo para Molina y su comarca”.
Las excavaciones en el yacimiento han derivado el hallazgo de un conjunto bajomedieval de relevancia.La consejera de Cultura, Marisol Herrero, visitó el pasado 17 de enero el Prao de los Judíos, en Molina de Aragón, que será el primer yacimiento visitable dentro de la Red de Yacimientos Visitables que la Consejería de Cultura va a poner en marcha. Herrero ha dado a conocer que “está previsto que a lo largo de este 2008, el yacimiento ya pueda ser visitable”, lo que supondrá la creación de “otro importante punto de interés y atractivo para Molina y su comarca”. Cultura quiere intensificar su acción en la capital del Señorío no sólo con este yacimiento, sino con la construcción de un centro cultural, con auditorio para 300 personas, y “completando la consolidación del castillo”, en palabras de Herrero.
Durante la visita, la consejera ha estado acompañada por el alcalde, David Pascual, por el director general de Patrimonio y Museos, Enrique Lorente, así como por el arqueólogo Jesús Arenas, encargado del proyecto de musealización del entorno. El Prao de los Judíos forma parte, junto a El Ceremeño y el Poblado de los Casares -ambos en la comarca molinesa-, de los yacimientos de la provincia de Guadalajara que estarán integrados en esa red regional, según confirmó la Junta. También forman parte Libisosa, en Albacete; La Motilla del Azuer, el Cerro de las Cabezas y la Bienvenida, en Ciudad Real; Valeria y Ercávica, en Cuenca; y el Cerro de la Mesa y el dolmen de Azután, en Toledo. En esta red también destaca el castillo de Calatrava La Nueva, en Aldea del Rey.
El Prao de los Judíos constituye un yacimiento medieval cuya ocupación tuvo lugar entre los siglos X y XV. Desde el año 1998 hasta el 2000, se intervino en el yacimiento como Campo Internacional de Trabajo, en el que participaron estudiantes de diversos países europeos, y a partir de 2001 entró a formar parte de la campaña de excavaciones sistemáticas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Fruto de las excavaciones realizadas se consiguió poner en valor uno de los conjuntos bajomedievales más importantes de toda la provincia de Guadalajara; descubriéndose un complejo sinagogal que consta de dos edificios diferenciados.
El primero de estos edificios es una sala de oración o sinagoga propiamente dicha, en la que se encontraron restos de las yeserías decorativas que revistieron sus muros, algunas de las cuáles conservaban textos religiosos en hebreo pertenecientes al Deuteronomio. El otro edificio, de grandes dimensiones, debió cumplir varias funciones de forma simultánea, tales como escuela talmúdica, hospital o lugar de fabricación de vino litúrgico, entre otras. Además de estos descubrimientos, también se han documentado zonas de actividad artesanal dedicadas específicamente al trabajo del metal y del vidrio, junto a otras de carácter estrictamente residencial.

Importantes hallazgos
La noticia del aprovechamiento turístico del Prao de los Judíos, en realidad, no es reciente. Ya en las fiestas de Molina, el pasado mes de septiembre, la consejera de Cultura avanzó que sería incluido en la Red de Yacimientos visitables. Con motivo de su asistencia a las fiestas patronales de esta localidad en honor al Santísimo Cristo de las Victorias, Marisol Herrero reiteró el deseo de "seguir avanzando en la protección del patrimonio arqueológico tan rico que tiene Castilla-La Mancha". Tal y como la titular de Cultura ha dado a conocer, el asentamiento medieval del Prao de los Judíos “tiene muy avanzado su proyecto de musealización”, y sería “uno de los principales exponentes arqueológicos” en la provincia de Guadalajara. En 1998, el Gobierno de Castilla-La Mancha comenzó sus trabajos arqueológicos en este lugar en el que se han hecho importantes hallazgos. Esta campaña ha durado hasta el año 2005, gracias a la financiación de la Consejería de Cultura y el convenio establecido con el Sepecam.
Junto al recinto amurallado de la fortaleza molinesa, en la esquina entre las puertas del Campo y del Reloj, y siguiendo la muralla que aquí se inicia y continúa hacia la población, se encuentran los restos del antiguo barrio judío de Molina en el espacio denominado como “prao de los judíos”. Se trata del primitivo barrio judío que más tarde se extendería hacia la parte baja, formando lo que actualmente se conoce como zona de la “judería”, señala el portal Infomolina.com. El resultado de las excavaciones han sacado a la luz importantes restos de este barrio, que al parecer tuvo un marcado carácter religioso, puesto que el edificio central y más importante lo constituye una sinagoga de tres naves que conserva sus elementos tradicionales como son la hospedería, el hospital y la escuela.
Entre los hallazgos destacan diversas yeserías y capiteles, así como restos de cerámica, que parece ser se encuentra en estudio en diversos laboratorios. Se han fechado en el siglo X los restos más antiguos, aunque los más destacados pertenecerían al XV. Los especialistas destacan como curioso el hecho de que se permitiese edificar una sinagoga a nivel superior que las iglesias de la localidad, algo totalmente prohibido en la época por bula papal. Actualmente el yacimiento está consolidado y adecuado para la visita, aunque como suele ser habitual en la zona, carece de paneles explicativos que ayuden a comprender e interpretar las ruinas.

“El Ceremeño”
Hay dos yacimientos, además del Prao de los Judíos, que formarán parte de la Red de Yacimientos visitables que anunció Marisol Herrero en su reciente visita a Molina. Por un lado, el poblado de “El Ceremeño”, en Herrería. Y, por otro, el poblado de los Casares. Según la arqueóloga María Luisa Cerdeño, “El castro de Herrería es uno de los yacimientos más importantes para conocer el mundo celtíbero, está reconocido en todos los foros académicos, porque es uno de los pocos poblados excavado en extensión, que proporcionó varios niveles de ocupación, con una gran muralla. Su necrópolis correspondiente ha proporcionado información sobre los antepasados de los celtíberos. Toda la saga del mundo celtibérico está plasmada en Herrería”. Se accede al castro desde la carretera, tomando un desvío señalizado a la izquierda, si se viene desde Molina, una vez pasada la plaza de la Iglesia. Tras unos 300 metros se llega hasta la entrada del recinto que se encuentra vallado. Está situado sobre un cerro en la orilla del río Sauco, ocupando una extensión de aproximadamente 2.000 metros cuadrados. Según los arqueólogos, fue descubierto casualmente en los años 80 por vecinos del pueblo. Posteriormente, y mediante diversas campañas de excavación dirigidas por la profesora Cerdeño se ha recuperado totalmente su estructura. Tiene la consideración de Bien de Interés Cultural. Actualmente es el único castro excavado y acondicionado para ser visitado en toda la comarca molinesa, a falta del Prao de los Judíos. Se han hallado restos de dos períodos de ocupación, separados ambos por un incendio que sufrió el poblado, y que se datan en el siglo VI a.C. el más antiguo, y en el III a.C el moderno.

La necrópolis de Herrería, en libro
La consejera de Cultura, Soledad Herrero, presentó recientemente el libro ‘La necrópolis celtibérica de Herrería III y IV’, en el que se pone en valor el potencial arqueológico de este yacimiento. Además de destacar las cualidades de la arqueología, capaz de generar “cohesión social y desarrollo económico y sostenible para todos”, la consejera también ha señalado el esfuerzo que realiza el Gobierno de Castilla-La Mancha para “arrancar a la tierra nuestra historia”, de modo que en el presente y en el futuro podamos conocer cómo era la forma de vida de nuestros antepasados. Acerca de ese esfuerzo, Herrero recordó los cuatro Parques Arqueológicos con que ahora cuenta nuestra región, además de los numerosos yacimientos que hay en Castilla-La Mancha. Respecto al libro que se ha presentado, la titular de Cultura ha destacado la colaboración que la Consejería ha mantenido con el Centro de Estudios Celtibéricos, y que ha permitido la publicación de este tratado de investigación sobre la celtiberia. ‘La necrópolis celtibérica de Herrería III y IV’ es el primer volumen que se edita sobre este yacimiento, que se corresponde con el cementerio que utilizaban los habitantes del cercano castro de El Ceremeño, ambos en la comarca de Molina de Aragón, y que posee un valor científico y patrimonial de gran valor, ofreciendo amplia información sobre numerosos aspectos culturales de las primeras etapas de la presencia celtíbera en la zona. En este sentido, Herrero afirmó que “la arqueología es uno de los pilares de la cultura” y las páginas que aquí hay recogidas son “fruto de un esfuerzo inmenso y de un trabajo de investigación importante”, reconociendo así la labor de las autoras, María Luisa Cerdeño y Teresa Sagardoy, quienes también han participado en la presentación. Acompañadas por la delegada provincial de Cultura, Riansares Serrano, al acto también asistió el catedrático de Prehistoria y director de la Serie Estudios Celtibéricos, Francisco Burillo, quien ha calificado el trabajo presentado como “la serie de mejor calidad que se publica en España desde el punto de vista arqueológico”. Asimismo, Burillo también ha agradecido “el empeño de una institución como la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que ha hecho posible su publicación”, al tiempo que ha reconocido la importancia del patrimonio celtibérico como “un elemento de identidad”.