El presidente interino de Nigeria disuelve el Gobierno
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Mueren al menos 13 personas tras un ataque con machetes contra una aldea próxima a Jos
El presidente en funciones de Nigeria, Goodluck Jonathan, disolvió este miércoles el Gobierno del país africano, según revelaron fuentes del Ejecutivo y de la Presidencia, que confirmaron un movimiento político que pretendería apuntalar la autoridad del actual mandatario frente al dirigente convaleciente Umaru YarAdua.
Jonathan asumió el poder a principios de febrero para paliar la ausencia de YarAdua, que llevaba tres meses fuera del país para recibir tratamiento médico en una clínica saudí. YarAdua regresó a Nigeria la madrugada del pasado 23 de febrero, en un viaje mantenido prácticamente en secreto y que algunos analistas achacan a un intento desesperado por mantener su influencia en Abuya.
El presidente interino reaccionó a esta presión destituyendo al ministro de Justicia, uno de los principales aliados de YarAdua, y designando al general retirado Theopilus Danjuma como uno de sus principales asesores. Además, también cesó al asesor de seguridad nacional, otro de los miembros del círculo cercano del dirigente enfermo.
Más matanzas
Al menos trece personas, en su mayoría mujeres, fueron asesinadas ayer a consecuencia de un ataque efectuado por un grupo armado con machetes en una aldea próxima a la localidad de Jos, en el centro de Nigeria, donde a lo largo de este año han muerto cientos de personas a causa de los enfrentamientos religiosos, según un nuevo balance procedente de testigos presenciales. Un testigo explicó a Reuters en la aldea de Byei, en la zona de Riyom (a unos 30 kilómetros al sur de Jos), que había contado hasta trece cadáveres, en su mayoría correspondientes a mujeres, horas después del ataque. Al menos tres cabañas habían sido incendiadas.
El toque de queda nocturno que rige en el Estado de Plateau y los refuerzos enviados por el Ejército desde enero no han impedido la nueva matanza. Ya basta, no queremos que sigan los militares, declaró Emmanuel Jugu, representante de Riyom ante el Parlamento de Plateau. Estamos cumpliendo el toque de queda. Por tanto, que alguien nos explique cómo es posible que siga viniendo gente a matarnos, prosiguió.
Plateau, cuya capital es Jos, se encuentra en la encrucijada entre el norte musulmán del país y el sur predominantemente cristiano. La dura competencia por el control de las fértiles tierras de cultivo entre los cristianos y los grupos animistas locales, por un lado, y los colonos musulmanes del norte, por el otro, ha desencadenado frecuentes disturbios en la región en la última década.
El presidente interino reaccionó a esta presión destituyendo al ministro de Justicia, uno de los principales aliados de YarAdua, y designando al general retirado Theopilus Danjuma como uno de sus principales asesores. Además, también cesó al asesor de seguridad nacional, otro de los miembros del círculo cercano del dirigente enfermo.
Más matanzas
Al menos trece personas, en su mayoría mujeres, fueron asesinadas ayer a consecuencia de un ataque efectuado por un grupo armado con machetes en una aldea próxima a la localidad de Jos, en el centro de Nigeria, donde a lo largo de este año han muerto cientos de personas a causa de los enfrentamientos religiosos, según un nuevo balance procedente de testigos presenciales. Un testigo explicó a Reuters en la aldea de Byei, en la zona de Riyom (a unos 30 kilómetros al sur de Jos), que había contado hasta trece cadáveres, en su mayoría correspondientes a mujeres, horas después del ataque. Al menos tres cabañas habían sido incendiadas.
El toque de queda nocturno que rige en el Estado de Plateau y los refuerzos enviados por el Ejército desde enero no han impedido la nueva matanza. Ya basta, no queremos que sigan los militares, declaró Emmanuel Jugu, representante de Riyom ante el Parlamento de Plateau. Estamos cumpliendo el toque de queda. Por tanto, que alguien nos explique cómo es posible que siga viniendo gente a matarnos, prosiguió.
Plateau, cuya capital es Jos, se encuentra en la encrucijada entre el norte musulmán del país y el sur predominantemente cristiano. La dura competencia por el control de las fértiles tierras de cultivo entre los cristianos y los grupos animistas locales, por un lado, y los colonos musulmanes del norte, por el otro, ha desencadenado frecuentes disturbios en la región en la última década.