El primer ministro británico recibe al Dalai Lama como líder espiritual
01/10/2010 - 09:45
Los predecesores de Gordon Brown, el laborista Tony Blair y el conservador John Major, habían recibido al Dalai Lama en la residencia oficial del jefe de Gobierno.
La recepción en el Palacio de Lamberth sitúa el encuentro con el Dalai Lama en un contexto espiritual, desposeyéndolo de connotaciones políticas, según los críticos.
Brown pretende así nadar entre dos aguas, mostrando que apoya la causa de los derechos humanos en Tíbet, aunque sin enfadar demasiado al régimen comunista chino. El líder tibetano, que vive en el exilio en India desde el aplastamiento de una rebelión en 1959, calificó su primer encuentro con Brown de muy bueno y dijo que el primer ministro había mostrado preocupación auténtica por la situación en Tíbet.
El Reino Unido es el primer inversor europeo en China y Londres y Pekín anunciaron en enero su objetivo de alcanzar los 41.000 millones de euros en 2010 en sus intercambios comerciales. Downing Street describió el encuentro como una reunión inter religiosa con varios jefes espirituales, entre los cuales figuraba monseñor Williams.
Varias decenas de personas, pro chinas o budistas disidentes, se manifestaron a las puertas del palacio. El jueves, cerca de mil protestaron con pancartas que proclamaban: El Dalai Lama no es Dios ni el rey del Tíbet. Gordon Brown rechazó las críticas que le acusan de rebajarse ante Pekín, que calificó el encuentro de muy preocupante.
Una caricatura publicada en el periódico The Times mostraba a Gordon Brown con un libro titulado Coraje, pero saludando al líder tibetano con una mano postiza. El Dalai Lama, de 72 años, que estará en Gran Bretaña hasta el 30 de mayo, no quiso terciar en la polémica. Recibido el jueves en la Cámara de los Comunes, estimó que el lugar de la entrevista con el primer ministro no suponía ninguna diferencia. Después de Alemania, Gran Bretaña es la segunda etapa de la gira por cinco países del Premio Nobel de la Paz, que irá también a Australia y Estados Unidos, antes de llegar a Francia durante los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto.
Temor a brotes de violencia
El Dalai Lama expresó este viernes su miedo a que estallen nuevos episodios de grave violencia en el Tíbet si fracasan las conversaciones entre sus representantes y el gobierno chino. Creo que habrá manifestaciones, basándonos en nuestra experiencia. Graves manifestaciones, no sólo manifestaciones sino también actos de violencia, estimó el líder espiritual de los tibetanos en una entrevista exclusiva con la AFP en Londres tras reunirse con el primer ministro británico, Gordon Brown. Graves violencias y mucho sufrimiento, presagió.
El líder tibetano dijo que no estaba claro si el gobierno chino se estaba limitando a alargar el diálogo hasta los Juegos Olímpicos de Pekín de agosto o si lo iba a mantener tras ellos. En cualquier caso, insistió, si las conversaciones no tienen éxito, habrá un inmenso sufrimiento, muy triste. También del lado chino, muchas bajas.
La violencia periódica en el Tíbet no cesará hasta que China atienda de un modo realista las quejas tibetanas. Las generaciones cambian pero el resentimiento permanece, de abuelos a padres, de padres a hijos, manifestó para explicar la persistencia de la tensión desde los años 50 a nuestros días.
Ahora son los nietos. A menos que el gobierno chino lo afronte de un modo realista, el problema permanecerá, afirmó.
En su habitual tono relajado adornado con risas, el monje budista calificó su primer encuentro con Brown de muy bueno, con el primer ministro mostrando preocupación auténtica por la situación en Tíbet.
La última ronda de conversaciones informales entre representantes del Dalai Lama y el gobierno chino tuvieron lugar en la ciudad china de Shenzhen a principios de mayo. El gobierno tibetano en el exilio puntualizó que se trataba de contactos informales y no de la misma naturaleza que la serie de rondas que se iniciaron a finales de 2002 y se rompieron en 2007. El Dalai Lama dijo que el presidente chino Hu Jintao había demostrado que se tomaba en serio las negociaciones y que la opinión pública mundial y el sentido común aconsejaban seguir con ellas. El mismo presidente dijo que era serio, explicó. Ahora bien, ¿son serios (sólo) hasta los Juegos Olímpicos o están interesados en la auténtica cuestión?, se preguntó. Aún no se sabe, respondió. Tras este encuentro y principalmente tras los Juegos Olímpicos lo sabremos, auguró. El líder espiritual dijo que sentía que el gobierno ha suavizado su actitud hacia él, pero que de acuerdo con su política elemental, es mejor y más fácil culpar al Dalai Lama.
Arrancan los juegos olímpicos tibetanos
Los tibetanos exiliados en India iniciaron ayer lo que dijeron son las olimpiadas tibetanas, un nuevo evento simbólico para imitar a China, que este verano celebrará los Juegos Olímpicos.
En un terreno de las faldas de la cordillera del Himalaya, trece hombres y diez mujeres vestidos con ropa deportiva blanca y roja y adornada con el logotipo olímpico lanzaron flechas y dispararon armas para marcar el inicio de los juegos que durarán cuatro días. Cuando el mundo vaya a Pekín en agosto, los tibetanos se sentirán dejados fuera, privados de sus derechos, dijo a Reuters el organizador jefe del evento alternativo, Lobsang Wangyal. Así que para hacer que los tibetanos no se sientan tristes, para hacer que los tibetanos se sientan parte de las Olimpíadas de Pekín, añadió.
Brown pretende así nadar entre dos aguas, mostrando que apoya la causa de los derechos humanos en Tíbet, aunque sin enfadar demasiado al régimen comunista chino. El líder tibetano, que vive en el exilio en India desde el aplastamiento de una rebelión en 1959, calificó su primer encuentro con Brown de muy bueno y dijo que el primer ministro había mostrado preocupación auténtica por la situación en Tíbet.
El Reino Unido es el primer inversor europeo en China y Londres y Pekín anunciaron en enero su objetivo de alcanzar los 41.000 millones de euros en 2010 en sus intercambios comerciales. Downing Street describió el encuentro como una reunión inter religiosa con varios jefes espirituales, entre los cuales figuraba monseñor Williams.
Varias decenas de personas, pro chinas o budistas disidentes, se manifestaron a las puertas del palacio. El jueves, cerca de mil protestaron con pancartas que proclamaban: El Dalai Lama no es Dios ni el rey del Tíbet. Gordon Brown rechazó las críticas que le acusan de rebajarse ante Pekín, que calificó el encuentro de muy preocupante.
Una caricatura publicada en el periódico The Times mostraba a Gordon Brown con un libro titulado Coraje, pero saludando al líder tibetano con una mano postiza. El Dalai Lama, de 72 años, que estará en Gran Bretaña hasta el 30 de mayo, no quiso terciar en la polémica. Recibido el jueves en la Cámara de los Comunes, estimó que el lugar de la entrevista con el primer ministro no suponía ninguna diferencia. Después de Alemania, Gran Bretaña es la segunda etapa de la gira por cinco países del Premio Nobel de la Paz, que irá también a Australia y Estados Unidos, antes de llegar a Francia durante los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto.
Temor a brotes de violencia
El Dalai Lama expresó este viernes su miedo a que estallen nuevos episodios de grave violencia en el Tíbet si fracasan las conversaciones entre sus representantes y el gobierno chino. Creo que habrá manifestaciones, basándonos en nuestra experiencia. Graves manifestaciones, no sólo manifestaciones sino también actos de violencia, estimó el líder espiritual de los tibetanos en una entrevista exclusiva con la AFP en Londres tras reunirse con el primer ministro británico, Gordon Brown. Graves violencias y mucho sufrimiento, presagió.
El líder tibetano dijo que no estaba claro si el gobierno chino se estaba limitando a alargar el diálogo hasta los Juegos Olímpicos de Pekín de agosto o si lo iba a mantener tras ellos. En cualquier caso, insistió, si las conversaciones no tienen éxito, habrá un inmenso sufrimiento, muy triste. También del lado chino, muchas bajas.
La violencia periódica en el Tíbet no cesará hasta que China atienda de un modo realista las quejas tibetanas. Las generaciones cambian pero el resentimiento permanece, de abuelos a padres, de padres a hijos, manifestó para explicar la persistencia de la tensión desde los años 50 a nuestros días.
Ahora son los nietos. A menos que el gobierno chino lo afronte de un modo realista, el problema permanecerá, afirmó.
En su habitual tono relajado adornado con risas, el monje budista calificó su primer encuentro con Brown de muy bueno, con el primer ministro mostrando preocupación auténtica por la situación en Tíbet.
La última ronda de conversaciones informales entre representantes del Dalai Lama y el gobierno chino tuvieron lugar en la ciudad china de Shenzhen a principios de mayo. El gobierno tibetano en el exilio puntualizó que se trataba de contactos informales y no de la misma naturaleza que la serie de rondas que se iniciaron a finales de 2002 y se rompieron en 2007. El Dalai Lama dijo que el presidente chino Hu Jintao había demostrado que se tomaba en serio las negociaciones y que la opinión pública mundial y el sentido común aconsejaban seguir con ellas. El mismo presidente dijo que era serio, explicó. Ahora bien, ¿son serios (sólo) hasta los Juegos Olímpicos o están interesados en la auténtica cuestión?, se preguntó. Aún no se sabe, respondió. Tras este encuentro y principalmente tras los Juegos Olímpicos lo sabremos, auguró. El líder espiritual dijo que sentía que el gobierno ha suavizado su actitud hacia él, pero que de acuerdo con su política elemental, es mejor y más fácil culpar al Dalai Lama.
Arrancan los juegos olímpicos tibetanos
Los tibetanos exiliados en India iniciaron ayer lo que dijeron son las olimpiadas tibetanas, un nuevo evento simbólico para imitar a China, que este verano celebrará los Juegos Olímpicos.
En un terreno de las faldas de la cordillera del Himalaya, trece hombres y diez mujeres vestidos con ropa deportiva blanca y roja y adornada con el logotipo olímpico lanzaron flechas y dispararon armas para marcar el inicio de los juegos que durarán cuatro días. Cuando el mundo vaya a Pekín en agosto, los tibetanos se sentirán dejados fuera, privados de sus derechos, dijo a Reuters el organizador jefe del evento alternativo, Lobsang Wangyal. Así que para hacer que los tibetanos no se sientan tristes, para hacer que los tibetanos se sientan parte de las Olimpíadas de Pekín, añadió.