Enchufados

20/01/2018 - 12:23 Antonio Yagüe

 El enchufismo en España atraviesa los siglos y ha llegado hasta los llamados “ayuntamientos del cambio”.

Denuncian los socialistas castellano-manchegos y andaluces que Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido han convertido los ministerios de Defensa e Interior  en una especie de “agencia de recolocaciones”. Dan una larga lista con nombres, pelos y señales de colaboradores en sus anteriores gobiernos que hoy ocupan poltronas. Como el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, o el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde. Incluso se habla de “clanes” sevillano y toledano.
    Nada nuevo que no hayan hecho otros partidos antes. También el PSOE, claro. El enchufismo en España atraviesa los siglos y ha llegado hasta los llamados “ayuntamientos del cambio”. Inmaculada Colau contrató a un pareja (masculino) y Manuela Carmena a un sobrino. Quien “no tiene padrino, no se bautiza”, advierte un refranero que fomenta la inercia asesina de méritos y transparencia. Dicen los expertos que la sociedad española, con los partidos en cabeza, han adaptado con fidelidad insuperable el enchufismo del franquismo, tan utilizado para algo tan en teoría patriótico como no ir o llevar una buena mili o lograr un puesto de peón caminero.
    El tópico habla de España como país de enchufados,  cesantes y rentistas. Incluso el propio Ministerio de Trabajo (llamado así con el PSOE) aseguraba que uno de cada cinco españoles había conseguido su trabajo porque en la empresa contratante conocía a alguien ¿Quién no conoce algún caso, en su pueblo o su región, no porque se lo haya contado nadie o haya salido en los periódicos, sino porque el enchufado es vecino, cuñado o amigo que, desde que se afilió al partido, encontró a trabajo?
    Hasta instituciones tan serias y de penúltima instancia al pataleo, como el Defensor del Pueblo, han contratado desde su fundación exdiputados, familiares de políticos o empresarios afines, cesantes, al fin  y al cabo, como los de antaño, que desaparecen y resurgen dependiendo del color político de los amigos que ocupen en cada momento las poltronas del poder.
    Ante las últimas elecciones dos colegas realizaron una documentaba investigación y concluyeron que, además de 3,5 millones de funcionarios, el contribuyente  mantiene sobre sus espaldas la losa de 445.568 políticos, enchufados o recomendados varios. La sospecha llega hasta Moncloa. De los 245 asesores de Rajoy, sólo 76 tienen estudios superiores y 68 no lograron el graduado escolar. País.