Enganchados al ganchillo

02/12/2017 - 19:55 Antonio Yagüe

El alcalde de Molina de Aragón, Jesús Herranz, tiene una ocasión de oro para promocionar esta actividad.

Dicen que la técnica del ganchillo no es del todo complicada y sí una práctica que relaja bastante, una vez se domina. Y entretenida y barata. Con un ovillo de hilo o lana, una aguja de crochet y unas tijeras se pueden hacer infinidad de cosas: bufandas, gorros, muñecos, tapetes, mantas, colchas… Y, por supuesto, adornos navideños con los que llenar de color la plaza de San Pedro de Molina de Aragón.
    En ello andan un grupo de mujeres con la iniciativa Tejiendo Molina, organizada por la asociación Krama. Han puesto en marcha un taller, abierto a la participación de hombres, para tejer piezas tan vistosas como las utilizadas el año pasado para revestir árboles, bolas, bolardos y otros elementos del mobiliario urbano de la plazuela, también conocida como plaza de la Granja, en honor al popular bar que antaño presumía de los mejores calamares y tajadas de bacalao del Señorío.
    Al tejer sus piezas utilizan plástico procedente de bolsas de la compra o de la basura para que se transformen en tiras. Siguen la técnica del ganchillo tradicional, pero a gran escala, y emplean agujas de gran tamaño para cubrir mayores superficies, aunque las hay que prefieren las clásicas para lograr motivos más detallados. Trabajando en equipo, alternarán representaciones propias del imaginario colectivo de estas entrañables fechas, con los mejores deseos e intenciones.
    Una iniciativa más antigua en Valverde de la Vera (Cáceres) se ha convertido cada verano en reclamo turístico internacional con coloridos parasoles tejidos. Todo un ejemplo de creatividad con un resultado estético que atrae a centenares de visitantes. Puede ser un objetivo en Molina junto al de salvar del olvido una técnica que se venía transmitiendo de madres a hijas.
    El alcalde, Jesús Herranz, tiene una ocasión de oro para promocionar, perdón “poner en valor”, esta actividad y hacerse con las protagonistas una vistosa foto en compañía del presidente de la Diputación, José Manuel Latre, y alguna alta personalidad autonómica. Quizás el vicepresidente José García Molina, de apellido muy de la zona. Y de paso, corresponder con un alumbrado menos austero y pobretón que las lucecillas de la Navidad pasada. Dicen los que saben que hacer ganchillo es un trabajo menos complicado, monótono y fatigoso que el de encajes más finos, como las puñetas.