¿Felinos en la Sierra?

08/09/2017 - 13:41 Luis Monje Ciruelo

 Quiero advertir a los serranos de la Sierra Norte que no se asusten demasiado mientras no oigan rugir al exótico carnívoro, pues si ruge entonces, sí, conviene echar a correr.

Me disponía a escribir mi anual invitación a los lectores, para viajar en la segunda quincena de octubre a la Serranía de Atienza, concretamente el Hayedo de Tejera Negra, si les gusta admirar el colorido que muestra la Naturaleza al llegar esta época del año, pero a tiempo me he dado cuenta de que este año tendrán que pensárselo mucho, y  consultar  a las autoridades, antes de lanzarse a los montes y caminos, aunque sea en coche, porque, al parecer, (mí también me cuesta creerlo) por aquellas accidentadas y solitarias tierras anda suelto un felino salvaje de la familia de los félidos, todavía no identificado, aunque sería fácil hacerlo acercándose lo suficiente para comprobar si su cabeza es redondeada, de hocico corto y las patas delanteras tienen cinco uñas agudas y retráctiles, como el gato y el león, y cuatro uñas en las patas traseras. Así, por lo menos, son las de mi gato negro, que,  si fuera más grande, desde lejos, podría confundirse con un gato montés, un puma, un lince y hasta con  una pantera, que no sería la pantera rosa de los tebeos, pero sí podría ser un león después de haber pasado por la peluquería para descargarse de la melena en estos calurosos y postreros días del verano.
    La situación ha sido denunciada a la Guardia Civil para ver si si el Seprona puede localizar y enfrentarse con sus motos y armas a ese presunto felino, que, aunque fuera un tigre de la familia de los félidos, del orden de los carnívoros, con su pelaje tirando a amarillento, no será fácil que se rinda, brazos en alto, al consabido grito de  ¡Alto a la Guardia Civil!, tan eficaz con los delincuentes. Y por si puedo ayudar en algo, quiero advertir a los serranos de la Sierra Norte, porque los serranos de Molina y Cifuentes pueden estar tranquilos por ahora, que no se asusten demasiado mientras no oigan rugir al exótico carnívoro, pues si ruge entonces, sí, conviene echar a correr  porque el guepardo alcanza una velocidad  de más de 100 kms por hora; si es pantera, como se sospecha, hay que asustarse menos, porque solo alcanza los 70, pero los dos comen carne fresca, recién cazada, por lo que conviene no pararse a pensar.