Feria con sello internacional

17/02/2011 - 00:00 Redacción

La Feria Regional Apícola de Pastrana pasará a ser calificada como Internacional en su XXX edición, que se celebrará en Pastrana del 10 al 13 del próximo mes de marzo. Tras tres décadas de consolidación, la que nació siendo un pequeño encuentro entre profesionales se ha convertido en una de las citas obligadas para el sector. El Patronato, órgano de gobierno de la Fundación Feria Apícola de Castilla-La Mancha, acordaba esta nueva calificación ante la proyección creciente de esta muestra en Europa, Latinoamérica y en varios países del mundo. Se trata de dar un paso más en su proyección cada vez amplia a juzgar por la importante presencia de expositores, apicultores y visitantes de distintos países, que han convertido a la Feria en una referencia mundial para el sector apícola. Durante dos días, la carpa de 1.500 metros cuadrados que se instalará en la plaza de la Hora estará abierta de forma ininterrumpida de 10.30 a 20.30 horas. Pero más allá de los expositores, la muestra adquiere relevancia, un año más, por contar con ponentes y conferencias de máximo nivel. No en vano, los asistentes no sólo valoran muy positivamente la diversidad y calidad de stands, y la elevada presencia de profesionales y visitantes sino que además, vienen atraídos por el nivel de las conferencias sectoriales que ya son toda una referencia internacional en temas relacionados con la sanidad de las abejas y economía de la apicultura. Sin embargo, a pesar de la profesionalización del encuentro, la feria no quiere perder la implicación social, Por eso, algunas de las novedades tienen ese carácter participativo que ha caracterizado a la muestra durante años. Las novedades radican fundamentalmente en implicar aún más a la sociedad y hacerla partícipe. Por ello, se ha convocado un concurso de relatos y dibujos para escolares y se han organizado talleres de artesanía, entre ellos, uno de velas, un concurso de tapas y dos exposiciones, una filatélica y otra de escultura. Sin duda la Feria Apícola puede presumir, a sus 30 años, de estar en plena forma y sortear con holgura la crisis.