Gema García, atriz todoterreno que juega en la primera división de la publicidad

11/10/2017 - 14:25 D.Pizarro

Con vínculos familiares en Cañizar, es la protagonista de la última campaña publicitaria de CaixaBank.

Cuando se habla de actor –o actriz, en este caso– todoterreno, todos pensamos en aquellos que son famosos y que han tocado todos los palillos de su carrera. Pero no hace falta salir en las revistas del corazón para que te adjudiquen ese adjetivo. Gema García es una de esas actrices todoterreno que da igual que se ponga encima de un escenario o delante de una cámara para grabar un anuncio de televisión. Es todoterreno, además, porque se adapta a las demandas de un mercado difícil, con muchos altibajos. Ahora, a sus 40 años, reconoce estar jugando “en otra liga” en el sector publicitario. En estos momentos podemos verla en la última campaña de Family Seguros de CaixaBank, tanto en televisión como en los escaparates de esta entidad financiera. “Estoy en un momento muy bueno, quizás porque ahora soy madre y tengo dos hijos me adecúo a ese perfil de madre que, al parecer, buscan tanto en televisión”. No se había dado cuenta, apunta, “pero cuando tenía 20 años era más difícil lograr un anuncio porque había mucha más competencia, pero ahora no paro de encontrar trabajos”. 
    Gema García está vinculada a Cañizar, de donde es su familia, y adonde se escapa siempre que puede. “En invierno no vamos tanto, pero en verano sí, y también fines de semana”. Allí son los primeros en reconocer a su paisana cuando la ven en la televisión. “Claro que me reconocen. ¡Imagínate! Somos muy pocos, en invierno creo que viven unas 20 personas, y la gente me transmite alegría y orgullo”. De hecho, cuenta, la primera foto que le mandaron de la campaña de CaixaBank fue de una amiga del pueblo que reside en Guadalajara. “Allí fue donde antes pusieron la campaña, y rápidamente me mandaron el mensaje diciendo que me habían reconocido”. 


    Llegar hasta aquí no ha sido fácil, aunque desde “pequeñita” tenía claro que quería dedicarse a la interpretación. “Siempre me había gustado, y cuando llegó el momento de elegir una carrera, yo quería hacer teatro”. Sus padres no se opusieron, pero con la condición de que estudiara una carrera “seria”. Así que la solución fue salomónica: Derecho por las mañanas y, por las tardes, Arte Dramático. “Me saqué las dos carreras con mucho esfuerzo, pues llegaba a casa muy tarde, a las 23.00 horas”. En casa esta opción fue bien recibida, “pues mis padres confiaban en que su hija no se iba a volver loca y a convertirse en actriz”. Pero Gema asegura que “siempre he intentado ser actriz a muerte, aunque evidentemente es muy difícil vivir de ello”. Pero durante todo este tiempo ha ido haciendo sus “cositas” en el sector. Comenzó, eso sí, por la que es su gran pasión, el teatro. “Monté una sala alternativa con una amiga actriz, con muchas dificultades, pero nos lanzamos a ello”. 
    Más adelante se metió en una agencia de representantes para que le buscasen los casting. “El funcionamiento es sencillo. Previamente pasas una selección previa por foto y luego viene el casting”. Esta fórmula le abrió las puertas en el sector, aunque era algo que compaginaba con otro trabajo. Hasta que hace un año y medio “veía que me estaba ahogando”, reconoce Gema García, en relación al volumen de anuncios que le salían. “Necesitaba tiempo y dejé mi trabajo, pero si me saliera algo a media jornada sí podría combinarlos”. También ha cambiado el tipo de casting al que asiste. Si al principio era como se describe en la película La La Land, “con 500 chicas allí muchísimo más guapas y más altas que tú”, últimamente nota que juega “en otra liga”. Como ya hace tantos trabajos, “cuando voy a un casting hay menos gente. El otro día, sin ir más lejos, me llamaron a mí y a otra chica”. Además, Gema García se llevó el trabajo, que pronto podrá verse por Internet. 
    El que le guste su trabajo no quita que reconozca que se trata de un mundo duro. “Hace poco me contrataron para realizar una campaña de Vodafone en Grecia”. Así que al país heleno se tuvo que marchar la actriz de Cañizar con otros actores españoles. “En ocasiones, si una marca no quiere quemar mucho al actor, los cogen de otros países, porque si ese anuncio sale demasiado en televisión, el protagonista podría no trabajar más en todo el año”. Así que Gema García tuvo que estudiarse el texto en griego, algo “brutal”, teniendo en cuenta que no tiene nada que ver con el español. “Tenía una intérprete y ensayábamos durante horas antes del rodaje”. Recuerda que incluso sus hijos llegaron a aprenderse frases en griego, de tanto oírselas decir a su madre. Aunque en la posproducción fue doblada en varias partes, “el movimiento de la boca tenía que coincidir con lo que se decía”. Fue, sin duda, una “muy buena experiencia”, lo que no quita que pasara “más nervios de lo habitual”. 
    Estos trabajos le suelen llevar todo un día e incluso dos, con jornadas de 10 horas, “que es lo normal en publicidad, “así como en cine y televisión”. Son, reconoce, “horarios un poco raros, pues a veces hay que hacerlos de noche cuando se necesita una luz especial”. Pero eso no impide que asegure que “se trata de un mundillo muy bonito. No es como el teatro, pero la publicidad también tiene su cosa”.
    En sus trabajos publicitarios ha estado a las órdenes de reconocidos directores del cine español, como Gracia Querejeta o José Corbacho. En televisión también ha coincidido con actores famosos, como Jorge Sanz. Pero no guarda muy buen recuerdo de sus trabajos en series. “Fue hace tiempo, en una época en la que las series duraban tres capítulos si no tenían la audiencia suficiente”. 


    Como actriz, también colaboró en el segundo cortometraje de Julio Blas, realizador de televisión de origen alcarreño, cuyo título era Si las pelusas hablaran, donde compartía reparto con Miki Nadal y Soledad Olayo (Las Veneno), y que fue rodado en parte en la casa familiar de la actriz, en Cañizar.
    A Gema García no le preocupa que la encasillen en los personajes que está haciendo actualmente en publicidad. Aunque eso no quita que esté también preparando una obra de microteatro que se podrá ver en salas “chiquititas” de Madrid. “Este formato me viene bien porque, teniendo hijos, el teatro es muy duro por los horarios, los ensayos y las giras”. De cualquier forma, los hijos de esta actriz, al menos el mayor, ya saben lo que es el mundo de la interpretación. Y es que el niño que hace de su hijo en el anuncio de CaixaBank es, precisamente, el suyo. “Tuvimos una suerte increíble, porque lo llevé al casting y lo cogieron a él por un lado y a mí por el otro sin saber que éramos madre e hijo”. Luego, por el “buen rollo” que transmiten en pantalla, los responsables de la grabación se dieron cuenta del vínculo que les unía. 
    Con todo, Gema García sueña con que esta etapa “siga para arriba”. Y parece que, de momento, el sueño se está cumpliendo.