Generaciones de negocios pequeños

09/04/2011 - 00:00 Redacción

Tenaz, persistente, austero y largoplacista. Quien se anima a montar un negocio en el momento actual está más cerca del estereotipo del corredor de fondo que del malabarista de otras épocas. Para estos emprendedores, la crisis lejos de ser una barrera se convierte en una gran ventaja. Pero también tienen sus pequeñas debilidades. Unos por vocación, la inmensa mayoría porque no tienen otras alternativas, lo cierto es que la tarea de emprender por cuenta propia se está convirtiendo silenciosamente en la opción por la que muchos españoles, especialmente aquellos que han perdido su empleo, se están decantando. Sin embargo, se trata de una apuesta arriesgada: incluso en las épocas boyantes, más del 80 por ciento de las pymes naufragan en sus primeros cinco años de vida. Por eso, son muchos los que arriesgan con ciertas garantías y aunque el tamaño de un negocio, no condiciona su éxito o fracaso, muchos buscan espacios pequeños que se adapte a las necesidades económicas y empresariales de un emprendedor. La tarea no es fácil pero muchos ejemplos que se están dando en la capital demuestran que es, casi una fórmula de éxito, que por otra parte, ya fue característica de épocas pasadas. De hecho, en la ciudad de Guadalajara, especialmente en la zona centro ha sido habitual ver comercios en pequeños locales e incluso en portales de edificios. En la calle Mayor, hace unos años dos administraciones de lotería se ubicaban precisamente en portales, uno de ellos en la plaza del Jardinillo y otra al principio de la calle Mayor. Es otro modo de mantener negocios que se montaban con pocos recursos y que después de ubicados no se podían permitir perder la clientela. Son las generaciones de negocios en pocos metros que ahora cobran fuerza de nuevo. Dicen los expertos que ésta será la crisis con más “emprendedores a la fuerza” de la historia. La destrucción de empleo no tiene precedentes: ni en su intensidad, ni en su duración ni en la diversidad de sectores afectados. Por eso, aquí no cabe el autoengaño: a medio plazo, la fuente más fiable de empleo será uno mismo. Un puñado de elegidos darán con modelos viables y, cuando la situación económica repunte, serán los primeros en rentabilizar este nuevo ciclo de crecimiento.