Gente viajera
08/07/2014 - 23:00
El fin de semana pasado recorríamos nuestra provincia con Gente Viajera (Onda Cero), y lo hacíamos desde el Palacio del Infantado. Durante dos horas de radio, al lado de Esther Eiros, tuvimos la oportunidad de conocer las innumerables razones que invitan a visitar nuestros pueblos y ciudades. La consejera de Empleo y Economía de Castilla-La Mancha, Carmen Casero; la presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, y el alcalde de la capital, Antonio Román, se encargaron de poner en el escaparate de las ondas lo mejor de nuestra tierra. Hay que vender mejor Guadalajara, como hay que vender mejor Castilla-La Mancha, a quienes no la conocen. Sin prejuicios.
Tenemos una provincia con una riqueza histórica, artística, medioambiental y gastronómica que ya les gustaría tener a otros. Es cuestión de que se sepa. Todavía queda reciente la última Caballada de Atienza, en estos días celebramos la edición 54 del Festival Medieval de Hita, el próximo sábado 12 de julio las XV Jornadas Medievales de Sigüenza, y sin olvidar los actos de homenaje a Alvar Fáñez en la capital. En una provincia de tantos contrastes, de tantas historias y tradiciones, la mejor recomendación que debemos hacer a quienes todavía no nos conocen es que dejen a un lado las guías oficiales y descubran por sí mismos destinos sorprendentes. Guadalajara, como recordábamos hace unos días en el Palacio del Infantado, es mucho más que el Viaje a la Alcarria de Camilo J. Cela.
Mucho más incluso que la belleza de ciudades como Sigüenza, Atienza, Brihuega, Pastrana o Cifuentes o que los paisajes de la Sierra Norte y el encanto de sus núcleos urbanos. Tengo la sensación de que no se valora lo que más cerca se tiene. Guadalajara está a un paso de Madrid. Y lo que en principio podría parecer una ventaja puede ser un inconveniente. Todavía tenemos menos visitas que otras provincias de menor potencial turístico. Así que habrá que seguir pregonando y explotando nuestros recursos. Porque merece la pena desplegar la mirada por una provincia increíble. Como he escrito en alguna otra ocasión, habrá que insistir las veces que haga falta en que Guadalajara no es sólo la provincia que se cruza por un extenso llano, camino de Zaragoza y Barcelona, sino un territorio lleno de lugares con encanto.