Gonzalo Mira presenta 'Noviembre', una novela mágica cargada de sentimientos

28/10/2013 - 10:37 M. M.

Gonzalo Mira presentó el viernes en Madrid 'Noviembre', su primera novela. Natural de Astrabudua, barrio de la localidad de Erandio (Vizcaya) y afincado actualmente en Madrid, está estrechamente vinculado a Guadalajara porque de aquí es su pareja.

Aunque su vida profesional no está relacionada con la escritura, esta es una faceta que le ha acompañado siempre. No lo califica ni siquiera de afición, sino de “necesidad de contar...”. Sus primeros pasos como escritor los dio con la poesía, siguió con el relato corto –tiene dos publicados, Miércoles y Viernes– y de ahí, animado por Ediciones Beta, se lanzó a la novela.

Es difícil definir 'Noviembre', el propio autor lo reconoce y se remite a las palabras de una de sus lectoras, que la calificó de “mágica”, como las más acertadas para referirse a ella. “Creo que es lo que mejor le encaja. Es una novela mágica, pero no de magia ni de misterio, creo que es una novela que mantiene al lector enganchado hasta el final, que es cuando se desvela todo”. Es una historia vital, donde los sentimientos se muestran como nunca, y poco más se puede decir de la novela sin temor a desvelar lo que solo la lectura de sus páginas debería descubrirnos, de la mano de Víctor, su perro, y Andrea, sus protagonistas.

Mira encuentra la inspiración en la música y en las personas. Antes que la propia historia, en su mente está la banda sonora. “Las canciones me van inspirando determinadas cosas. Cuanto tengo varias las ordeno y esas canciones son las que me van diciendo lo que hay que ir escribiendo”. De hecho, su obra está salpicada de referencias y fragmentos musicales, “porque lo importante en ese momento, cuando suena una canción, es lo que está sintiendo el personaje”. “También me inspira lo que veo por la calle –añade–. Por ejemplo, Víctor y Andrea, los personajes principales, son dos personas que he visto por la calle”. “Cuando veo a una persona me gusta imaginarme cómo es... sentarme en una terraza y fijarme en cómo actúa, cómo se comporta... seguramente no acertaré, pero...”, explica.

Lo mismo le ocurre con los lugares donde se desarrolla la historia, “los he tenido que ver, si no sería incapaz de hacerlo”. Entre los lugares de 'Noviembre' no se encuentra ninguno de Guadalajara porque esta tierra apareció más tarde en su vida, cuando la historia ya estaba construida. Sin embargo, ya ha encontrado en esta provincia inspiración para su próximo trabajo, que ya tiene en mente. “El panteón de la Duquesa de Sevillano será uno de los que voy a utilizar, la Fuente de la Niña, una fábrica abandonada que acabo de descubrir, el hayedo de Tejera Negra, que me impresionó... Guadalajara tiene zonas perfectas para escribir un libro”.

Personas que le inspiran, lugares que conoce... en Noviembre también ha dejado parte de él mismo. “Una de las cosas que me inculcó mi padre es que por muchos golpes que te dé la vida siempre tienes que terminar mirando para delante y seguir caminando. Lo que ha pasado, ha pasado pero se ha quedado atrás. Hay que quedarse con lo bueno y aprender de lo malo”, y eso se refleja a la perfección en su libro.

El nacimiento de 'Noviembre' ha durado unos siete años. “Pero esto no es algo que te pones y sale. Hay días que en las que escribo horas y horas y otros que la pantalla se ponía en blanco, o lo que escribía no servía para nada”, explica.

Además, “como soy muy maniático y autocrítico he terminado la novela tres o cuatro veces hasta que he llegado al final que me ha gustado”. Las personas de confianza de su entorno le han servido como primeros críticos y “me han ayudado a pulirlo una vez que estaba terminado”. Una vez acabada la historia, viene la segunda parte, y quizás más complicada, del proceso hasta conseguir verla publicada en un libro.

Una vez concluido el manuscrito, Gonzalo empezó a moverlo por las grandes editoriales, pero, pasados unos meses, no recibió contestación de ellas. “Directamente te dicen que si en tres meses no has recibido respuesta… Entonces tienes que ir bajando de nivel, buscando editoriales más pequeñas, y de no tener ninguna respuesta, en seis meses recibí dos respuestas de dos editoriales (...). Me decidí por Letra Clara por varios factores y por las facilidades que me pusieron. Es una editorial pequeña que se mueve bien”.

Aunque su presentación oficial fue el viernes, la novela salió al mercado el 1 de agosto y está muy satisfecho, tanto por la acogida de los lectores, como por sus críticas.

“Letra Clara lo que nos pedía es un mínimo para comprobar que podría tener movimiento. Tuvimos que buscar un mínimo de 50 lectores. No nos costó nada y conseguimos 140 y ahora vamos ya por los 300 libros”.

En su difusión están siendo determinantes las redes sociales, algo a lo que el autor, reacio al principio, se ha tenido que ir adaptando. “Yo, que era antiredes sociales, me tuve que abrir una cuenta en Facebook y la verdad es que todo lo que se ha movido el libro ha sido a través del boca a boca y de las redes. La gente lo lee, lo comenta y a partir de ahí hemos llegado a los 300 ejemplares”. Las redes han influido en la difusión de la novela (de hecho se puede adquirir a través de su página en Facebook) pero también permiten tener respuesta directa de los lectores. “Estoy sorprendido. Todavía me falta una crítica mala y me cuesta creerlo aún”.

Tras leer el libro, queda una última pregunta por responder. ¿Por qué ese título? El propio autor nos lo explica: “Noviembre tiene muchas cosas curiosas. Noviembre porque fue una noche de noviembre lluviosa, en una playa de Bakio, salió una canción, y a partir de ahí la historia empezó a fraguarse. Y luego, porque en noviembre se han dado muchas casualidades en mi vida: el personaje principal nació el mismo día que mi pareja y yo todavía no lo sabía porque no la conocía”.