Hotel Eugenia de Montijo: elegancia, lujo y calma en el centro histórico de Toledo
El Hotel Eugenia de Montijo, en el centro histórico de Toledo, es un hotel boutique situado en el que fue el palacio de la emperatriz de origen granadino durante el siglo XIX. Este hotel, catalogado con cinco estrellas, es embajador de la Red de Hospederías de Castilla - La Mancha. Si por algo se caracteriza esta iniciativa es precisamente por incorporar a esta marca alojamientos singulares y con carácter en el corazón de algunos de los destinos más evocadores de la región. Toledo es la ciudad donde está ubicado y, más concretamente, en pleno barrio judío. Ésta brinda a los visitantes una acogida cálida y hospitalaria con su mayor activo, sus gentes, que convierten cada viaje en una experiencia enriquecedora y humana.
El Hotel Eugenia de Montijo, dirigido por Nuria Martínez de Marañón, cuenta con 40 habitaciones equipadas con todo lujo de detalles, incluyendo duchas de aromaterapia, y decoradas al estilo francés con doseles, tapicerías, mobiliario clásico y grabados de pintores toledanos en los que la temática predominante son Eugenia de Montijo y la ciudad de Toledo. Entre las estancias, destacan las suites junior Tiffany’s y Chantilly, de altísimos techos y ubicadas en el torreón, y la suite Emperatriz, con salón independiente y dos baños. Por su parte, el lobby del hotel, con suelos de mármol, columnas y un gran lucernario de vidrio emplomado al estilo de los grandes hoteles de principios del XIX, representa la época dorada de Eugenia de Montijo en la corte de París: las veladas de Compegnie, las fiestas y recepciones en el Palacio del Elíseo, los conciertos en Las Tullerías y los veranos en Biarritz. En definitiva, la gran vida social de una anfitriona nata. En el hall, lleno de luz, vuelve a aparecer alusiones a sus gustos estéticos. En las mesas y textiles predomina el azul turquesa, el color favorito de Eugenia de Montijo, el cual inspiró a Charles L. Tiffany en la elección del icónico color de su marca tras ver un retrato de la emperatriz luciendo un vestido de este tono.
Productos locales
La zona de los desayunos, en los que se sirven en formato bufé zumos naturales y frutas frescas de temporada, embutidos y quesos locales, panes artesanos de un obrador de Toledo, repostería casera, huevos al gusto y cafés ecológicos en cápsulas biodegradables –en línea con las tendencias actuales-, recrea el vestidor de la emperatriz mediante espejos, biombos, pamelas y un bonito papel pintado de temática paisajista que hace referencia a su afición por la cacería. En homenaje al carácter goloso de Eugenia se ha colocado además un mazapan corner en el que se pueden degustar o adquirir macarons y mazapanes de Santo Tomé.
En las estancias comunes destaca el bar, un elegante rincón donde disfrutar de cócteles clásicos, destilados de kilómetro cero (crema de mazapán, licor de tomillo y la ginebra artesana 1085, propia en Toledo), combinados de creación propia como el 3C, a base tres cítricos (pomelo naranja y lima), o el Eugenia de Montijo (con naranja), en los que, de nuevo, se hace alusión a la predilección por los sabores dulces de la emperatriz. La barra está presidida por una moderna representación de Eugenia de Montijo, con sus característicos rasgos faciales pero enfundada en un traje masculino, un cuadro realizado ad hoc para el establecimiento por las artistas María Blanco Cobaleda y Leonor García de Tena.
Restaurante Federico
El hotel Eugenia de Montijo alberga un restaurante abierto al público que lleva el nombre del que fuera el padre de la alta costura y diseñador de cabecera de la emperatriz: el inglés Charles Frederich Worth. La decoración del restaurante está dedicada a este modisto, que la tomó como musa, en la que predomina el verde british racing de las paredes, en contraste con los alfarjes policromados del techo. En la carta cobra protagonismo el producto de la zona en recetas tradicionales: pochas con perdiz, canelones de rabo de toro, el escabeche de atún, o lo+s quesos de la zona. La bodega mira también hacia lo local con una correcta selección de vinos de Castilla-La Mancha y los vinos de la bodega Alta Pavina, vinos de la familia.
Por otro lado, destacan los brunchs de los domingos a los que puede asistir cualquiera. Champán, zumos, bollería, tostadas, cafés de Costa Rica, cada domingo y un plato a elegir que consiste en los famosos huevos benedictine, tortitas con frutos rojos o tosta de salmón con aguacate. Sin duda, en este espacio se representa la auténtica comida local en un elegante e íntimo espacio. Con la fiestas navideñas a la vuelta de la esquina han elaborado menús especiales para la cena de Nochebuena, la comida de Navidad y una cena de lo más especial con una fiesta para dar la bienvenida al año 2022 por todo lo alto.
Hotel boutique con spa
Completan la oferta del hotel un gimnasio y un spa con cuatro cabinas de masajes (una de ellas doble) y un circuito termal desde el que pueden verse los arcos del Palacio de Fuensalida del siglo XV y con estilo gótico-mudéjar. Hospedarse y gozar de la propuesta de bienestar que plantea el Hotel Eugenia de Montijo es toda una experiencia que va cargada de multitud de tratamientos de salud y belleza en un espacio lleno de historia.
Espacio para eventos
Además, el Hotel Eugenia de Montijo Autograph Collection es un lugar ideal para la realización de eventos empresariales, por su categoría, por sus instalaciones y equipamiento, y, como no, por su enclave privilegiado en el centro histórico de Toledo.
Un palacio para una emperatriz
Eugenia de Montijo fue emperatriz consorte de los franceses como esposa de Napoleón III. Una mujer fuerte, con carácter y adelantada a su tiempo.
El histórico palacio de Eugenia de Montijo, un edificio de corte renacentista rehabilitado en el siglo XIX con vestigios de las culturas romana y mudéjar, recrea la vida y la personalidad de esta emperatriz granadina.
Su fachada y estructura principal, de estilo renacentista, datan del siglo XVI, aunque en él se han encontrado vestigios de construcciones y usos anteriores: restos de la Edad de Bronce (del siglo II a.C.), una alcantarilla romana del siglo I d.C. y arcos de un palacio gótico-mudéjar del siglo XV, que pueden verse desde su spa. Tras una primera restauración, que tuvo lugar en tiempos de Eugenia de Montijo (que lo transformó en el actual palacio contemporáneo), en 2006 fue rehabilitado y convertido en establecimiento hotelero. Hoy, bajo el sello de calidad del grupo Marriott, pertenece a su exclusiva línea de hoteles singulares Autograph Collection.
Las distintas estancias del hotel, con reminiscencias francesas, obras de arte tanto antiguas como contemporáneas y detalles en color azul Tiffany’s –el favorito de Eugenia-, hablan de su pasión por la moda, de su papel en la corte de París y de su faceta social.
El encanto turístico de la zona
Toledo es una de las ciudades con más historia de España. Durante siglos, han convivido en ella tres culturas diferentes: cristiana, judía y musulmana. Por ello, se la conoce como «la ciudad de las tres culturas». En los momentos de mayor grandeza del país fue residencia real y un enclave sagrado para los más fieles. Toledo tiene el poder de cautivar a cualquiera desde el primer momento en que se le observa. Las vistas desde abajo son espectaculares, con un casco histórico perfectamente delimitado por las murallas, alzándose en la ladera del río Tajo. Y una vez dentro, la magia aparece en sus angostas y cortas calles, encerradas por edificios de piedra, donde se mezcla el sol y la sombra. De entre sus rincones y monumentos más famosos destaca: la plaza Zocodover, rodeada de muchos comercios, terrazas y bares; el imponente edificio del Alcázar de Toledo, ubicado en el punto más alto de la ciudad, sobre las ruinas de una gran fortaleza medieval; la maravillosa Catedral de estilo gótico, una de las más grandes y bonitas de España con grandes tesoros y gran riqueza arquitectónica; las ruinas de las Termas Romanas; la curiosa Cueva de Hércules, un subterráneo abovedado donde se ubicaba una cisterna romana que formaba parte del sistema de abastecimiento de la ciudad; el barrio judío; el Monasterio de San Juan de los Reyes con su gran Claustro, mandado construir por los Reyes Católicos con el objetivo de convertirse en el lugar donde descansarían sus restos eternamente; el Museo Sefardi y sus sinagogas; la Mezquita del Cristo de la Luz; las iglesias de Santo Tomé y El Salvador; y todas las murallas y puertas que rodean esta ciudad de leyenda, testigo de los más grandes hitos de la historia. Los pueblos de Consuegra con el Castillo de la Muela y sus molinos de viento, Tembleque, Oropesa, Escalona, El Toboso, Guadamur y Orgaz son los municipios más bellos de la provincia de Toledo.