Hoy se celebran elecciones para rescatar al país del caos absoluto

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Los parlamentarios del Gobierno de transición somalí y miembros de la opositora Alianza para la Reliberación de Somalia se encuentran ya en Yibuti para depositar mañana su voto en las elecciones indirectas a la Presidencia del país africano y en las que se elegirá al sustituto del actual dirigente interino del país, Shayj Adan Madobe, tras la dimisión el pasado mes de diciembre de Abdullahi Yusuf.
La renuncia de Yusuf ha sido interpretada como una rendición tras dos años de enfrentamientos entre el Ejército somalí y la insurgencia islamista derivada de la Unión de Tribunales Islámicos que gobernó Mogadiscio hasta su derrocamiento en diciembre de 2006 y cuyo contraataque ha dejado al país en el caos más absoluto.
Un gran número de somalíes recordará a Yusuf como el hombre que introdujo a las fuerzas etíopes en Somalia, que condujeron a una insurgencia feroz y al desplazamiento de casi un millón de personas. Durante los dos últimos meses, los insurgentes islamistas de Al Shabab, los nacionalistas y los clanes de las milicias que se oponen a las fuerzas extranjeras han tomado el control de más de una decena de localidades, de acuerdo con un periodista local.

Un futuro incierto
El Gobierno de Transición tiene el control sólo de Mogadiscio y de la ciudad de Baidoa, a 240 kilómetros al suroeste de la capital, donde tiene su sede el Parlamento. Al menos 16.000 somalíes han muerto entre 2007 y 2008 y más de 30.000 han resultado heridos, según las ONG locales. De acuerdo con la ONU, cerca de 2,6 millones de somalíes dependen de la ayuda humanitaria, aunque se espera que el número alcance los 3,5 millones.
Somalia también tiene los niveles de malnutrición más altos de todo el mundo, con más de 300.000 niños que sufren malnutrición aguda todos los años, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Poco se espera del nuevo presidente que salga designado en estos comicios. La violencia continúa a pesar de la firma, el pasado mes de junio, del acuerdo de paz facilitado por la ONU y conocido como Acuerdo de Yibuti, suscrito por el Gobierno Federal de Transición y la Alianza para la Reliberación de Somalia, por el cual ambas partes acordaron poner fin al enfrentamiento y pidieron a la ONU que desplegara una fuerza internacional para estabilizar el país.
Pero los ataques insurgentes son constantes, y Mogadiscio es una ciudad completamente asediada por los continuos combates entre Ejército e insurgentes. Todos los intentos para desarrollar un clima de acuerdo político en el país han fracasado.