Impaciente espera

28/05/2017 - 13:39 Pedro Villaverde Martínez

 Al puzzle político hoy se suma la incógnita del devenir del PSOE con Pedro Sánchez. Todos tenemos nuestra opinión sobre cualquier cosa y sobre política no iba a ser una excepción.

Cuando escribimos estas líneas nos encontramos en situación de espera, pues pareciera que cuando el chaparrón se despeja rápidamente vuelve a teñirse de nubes el horizonte. Como de Política sabemos todos, pero poco,  nos vemos casi obligados a dedicar estas líneas al tema que viene ocupando más espacio y comentarios últimamente. Al puzzle político hoy se suma la incógnita del devenir del PSOE con Pedro Sánchez. Todos tenemos nuestra opinión sobre cualquier cosa y sobre política no iba a ser una excepción. Cuando cualquiera inicia una etapa de gobierno hay que darle esos cien días de cortesía. En su caso ya vivimos una experiencia anterior que no terminó bien después de dos derrotas consecutivas en elecciones y una forzada dimisión. Es  importante pensar y meditar, aunque después exclamemos con el sabio aquello de sólo sé que no sé nada. Nuestro comentario una vez más queremos teñirlo de la mayor esperanza pensando en aquello de arrancad del hombre toda esperanza y lo habréis convertido en bestia. El hombre es un ser racional y capaz de gobernarse, y eso viene sucediendo y seguirá, aunque todos queramos la mejor manera de hacerlo y no coincidamos en las formas ni siquiera dentro de un mismo partido político. Tampoco queremos filosofar sobre esto demasiado. Nosotros sólo podemos cumplir con la obligación de votar o abstenernos y esperar que la cordura e incluso la suerte nos acompañe, pero pensando que también la suerte hay que buscarla... Otros hablan de mayor participación en el día a día de las decisiones importantes, algo difícil de articular pues cualquier gobernante no puede preguntar si están o no de acuerdo sus  gobernados con cada decisión, o al menos nos parece costoso y poco eficiente.  Son  tiempos confusos, pero ahí es donde el ser humano debe demostrar su racionalidad y su cordura. Pero no nos pongamos la venda antes de recibir la pedrada, pues a lo mejor todo se soluciona de otra manera. Esperanza, pues, en nuestras Instituciones y en nuestras gentes y quizá la mejor solución sea nuestra compañera. De momento tenemos un Gobierno que seguro pone todo su esfuerzo en que la gobernabilidad siga su marcha y que cualquier obstáculo que vaya surgiendo sea salvado.