Italia podría celebrar elecciones anticipadas en otoño, según el ministro del Interior

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Italia podría celebrar unas elecciones anticipadas en otoño si "encalla" el Gobierno de Silvio Berlusconi, ha dicho este miércoles el ministro del Interior, Roberto Maroni. El ministro de la Liga Norte hizo esos comentarios justo antes de que la Cámara de los Diputados vote una moción de censura contra el subsecretario de Justicia, Giacomo Caliendo.
Maroni dijo que el Gobierno se encuentra "navegando sin brújula" tras la ruptura entre Berlusconi y su antiguo aliado Gianfranco Fini la semana pasada. "Si el barco encalla, volveremos a las elecciones", añadió Maroni, cuyo partido se ha convertido en el primer socio de coalición de Berlusconi.

En Italia, tradicionalmente las elecciones se han celebrado en primavera o a principios del verano, pero según Maroni nada impide que los comicios se celebren en cualquier momento. "Sé que no existen precedentes de elecciones en otoño, pero no debe descartarse de cara a una grave crisis política", dijo en declaraciones al diario 'Corriere della Sera'.

Maroni volvió a manifestar la oposición de la Liga Norte a un posible intento del presidente de la República, Giorgio Napolitano, de configurar un gobierno interino sobre la base de la nueva composición del Parlamento hasta las elecciones de 2013. "Sin la Liga Norte no hay alternativa ni en la Cámara Baja ni en el Senado y cualquier gobierno interino sólo duraría una semana, tras la cual tendría que aceptar la realidad y disolver el Parlamento", advirtió.

El gobierno de Berlusconi se someterá a su primera prueba desde la ruptura con Fini este miércoles, cuando los disputados voten la moción de censura contra Caliendo. La votación ofrecerá una medición concreta del nuevo equilibrio de poder en el Parlamento, donde Fini y sus seguidores han formado una facción escindida.

La moción de censura fue presentada por la oposición tras conocerse que Caliendo había sido puesto bajo investigación por las sospechas de que pertenecía a una sociedad secreta conocida como P3, cuya actividad consistía en influir en las decisiones políticas y judiciales.