Cuesta abajo y sin frenos

El Guadalajara llegaba a tierras mañas con la misión de llevarse los tres puntos pero demasiado agarrotado por la mala racha que atraviesa. Pese a ello, el Depor se mostró serio y ordenado aunque careció de creatividad para inquietar la meta de Montoya. Pudo influir el campo, muy pequeño y de césped artificial al que el Ebro estaba perfectamente adaptado asi que el Guadalajara, acostumbrado a un campo ancho de césped natural, sufrió mucho por este motivo.

No ayudó a los visitantes que el Ebro se adelantara prácticamente el la primera ocasión en la que llegó. Una perfecta combinación entre el ex morado Kevín Lacruz y Edu García terminó en penalti que el propio Edu transformó poniendo el 1-0 en el electrónico. Por delante en el marcador, el Ebro dibujó un esquema muy defensivo, con prácticamente ocho jugadores defendiendo en su campo. El Guadalajara se volcó en la recta final de la primera parte, con el dominio del juego y el esférico pero no conseguía meter mano a un Ebro perfectamente pertrechado en su campo. Ni siquiera a balón parado conseguían hacer peligro los visitantes, pues Mustapha y Edu García se mostraron infranqueables por arriba, señal del buen trabajo que el técnico local está realizando durante toda la temporada y que ha permitido al Ebro estar virtualmente salvado a ocho citas para acabar la Liga.

En la segunda mitad el Guadalajara siguió buscando la igualada, principalmente a través de Dani Iglesias que tuvo las mejores opciones de la segunda parte. Primero tuvo una buena que desbarató Montoya e instantes después cayó en el área reclamando penalti pero el árbitro señaló fingimiento. Los locales mientras, dejaban pasar el tiempo e incluso consiguieron ampliar la ventaja en una contra del recién ingresado Draman, que ponía el 2-0 tras superar a Ferri. El Depor va cuesta abajo y si frenos hacia el descenso.