Jodra, un hombre del Renacimiento

18/08/2017 - 12:59 Luis Monje Ciruelo

En la entrevista que le hice en 1985, que recogí en el libro Alcarreños de la Transición ya le califiqué de “Profeta en su tierra”.

La muerte de Luis Gutiérrez Jodra, el científico alcarreño fallecido hace unas semanas, y de cuya muerte nos ha informado en su columna y en posterior necrológica nuestro director adjunto, Pedro Villaverde Embid. Por sus cualidades personales fue desde muy joven, admirado por cuantos lo conocían. En la entrevista que le hice en 1985, que recogí en el libro Alcarreños de la Transición ya le califiqué de “Profeta en su tierra”, afirmando a continuación que era un hombre del Renacimiento trasplantado a nuestro siglo. Su inquietud cultural y humana me la resumió con una frase clásica, y además dicha en Latín.
    Científico por los cuatro costados, (catedrático de Física Nuclear en la Universidad Complutense, consejero de Seguridad Nuclear, y uno de los quince asesores del Organismo Internacional de la Energía Atómica con sede en Viena), maravilló con una conferencia en la Diputación sobre Parques Nacionales que no la hubiera mejorado el más experto ecologista. Esa condición de hombre renacentista se reflejaba ya en la admiración de sus condiscípulos de Bachillerato. Luis era un hombre de Matrícula de Honor y aún le quedaba tiempo para el ocio y los deportes. Era un buen atleta, y llegó a formar parte del equipo de baloncesto de Guadalajara. Nació en Madrid en 1914 (ha muerto a los 103 años) y vino a Guadalajara los ocho años. Aquí hizo el Bachillerato de la Institución y Magisterio. Ganó una beca de la Diputación de 1.500 pesetas anuales (única de la institución), y gracias a ella pudo ir a la Universidad y licenciarse en Ciencias Químicas como a él le gustaba recordar. Su voluntad de trabajo y su sentido de la responsabilidad se los debía, decía, a su maestro don Ramiro Goy, y luego a dos excelentes profesores, don Marcelino Martín en el Instituto, y don Modesto Bargalló, en la Normal
    Fue uno de los fundadores de la Junta de Energía Nuclear, y llegó  ser el primer experto de España en el ciclo del combustible nuclear.
    “Entre una central nuclear o térmica de carbón o petróleo a 200 metros de mi casa, prefiero la nuclear, sin dudar, por su menor polución” -me dijo en la entrevista. “Para mí sería más peligroso un embalse en el Dulce, aguas arriba de mi casa. Para mí sería más peligroso un embalse en el río Dulce, aguas arriba de mi casa de La Cabrera”.