Juventud y devoción en un soleado Domingo de Ramos

25/03/2018 - 14:04 J. Pastrana

La caprichosa meteorología de los últimos días decidió respetar la procesión del Domingo de Ramos. A pesar de que el viernes por la noche cayera una pequeña tromba de agua y de que el sábado estuviera coqueteando con el viento y alguna precipitación leve, la mañana del Domingo de Ramos volvió a lucir plena de vida… y de juventud.

Como viene siendo habitual, la mayor parte de las cofradías volvieron a presumir de relevo generacional, con numerosos niños integrados en las distintas comitivas, ya fuera abriendo paso al estandarte, de la mano de los adultos o como un cofrade más. Tras todos ellos, Cristo en su borriquilla, desfilando por el centro de la ciudad entre palmas y ramas de olivo, acompañado por los devotos y por las autoridades, por políticos de la corporación local, diputados provinciales, regionales, nacionales y senadores. Y seguido también por los poderosos acordes, en esta ocasión interpretados por el Grupo de Tambores de la Cofradía de la Pasión del Señor, de las marchas que durante los próximos días pondrán los pelos de punta a los miles de fieles que cada año siguen con más fervor una Semana Santa, la de Guadalajara, que ofrece multitud de imágenes y momentos inolvidables, como demuestra el número creciente de personas que vienen hasta la ciudad para formar parte de ella.

A cara descubierta todavía, pero con la indumentaria propia de esta fechas, la procesión arrancó a las 11.30 horas siguiendo el orden habitual. Tras el estandarte de la Junta de Cofradías, desfilaron los miembros de La Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz,  seguida de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima Esperanza Macarena; el Cristo Yacente del Santo Sepulcro y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Como es habitual, una multitud de niños abrieron paso al estandarte de la Cofradía de la Pasión del Señor y tras ellos llegaron Nuestra Señora de los Dolores y la Hermandad e Nuestra Señora de la Soledad. 

La bendición de Palmas y Ramos se llevó a cabo en la Iglesia de San Ginés, donde más gente se aglutinó para recibir y acompañar a la imagen de la entrada de Jesús en Jerusalén y acompañarla durante su recorrido, que le llevó desde la Plaza de Santo Domingo hasta Boixareu Rivera, la Plaza de Bejanque y, finalmente, la iglesia de San Francisco, donde el vicario general de la Diócesis de Sigüenza Guadalajara ,Agustín Bujeda, presidió la Eucaristía.