La apuesta social de los presupuestos regionales

12/10/2010 - 00:00 Redaccion

La  vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, presentaba ayer en Guadalajara el proyecto de Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para 2011 precisando que los mismos responden a la necesidad de ajustarse al compromiso de estabilidad presupuestaria acordado por el Gobierno de España con la Comisión Europea y secundado por las comunidades autónomas. Curándose, así, en salud de las  posibles críticas, la  vicepresidenta recalcaba que el principal objetivo de estos presupuestos para el próximo año será la reactivación económica a través del mantenimiento de las inversiones públicas en infraestructuras y la continuidad de las políticas activas de empleo para seguir creando nuevos puestos de trabajo. Y es que el presupuesto para 2011 será un presupuesto austero desde el que se gestionarán 8.616 millones de euros, 444 menos que el año anterior, pero con un importante esfuerzo inversor que tendrá incidencia en la riqueza regional. Este mismo ajuste se produce en nuestra provincia donde el presupuesto general le ha asignado 215 millones de euros, una partida idéntica a la del año pasado que, sin embargo, permitirá continuar con algunas de las inversiones previstas. Esta cantidad servirá para construir dos variantes (Fontanar y Marchamalo), terminar el tramo de Azuqueca de Henares-Alovera y reforzar, y conservar y acondicionar diferentes carreteras. Pero no sólo las infraestructuras centran el esfuerzo inversor. Los Presupuestos regionales mantienen la seña de identidad del Gobierno del presidente Barreda apostando por la consolidación de los servicios públicos, como la Sanidad, la Dependencia y la Educación. Más de 20,3 millones para construir tres Institutos de Secundaria, para hacer dos colegios en Valdeaveruelo y Tórtola de Henares y dos escuelas infantiles; una en Guadalajara y otra en Molina de Aragón; así como otros 60,6 millones de euros para los proyectos de los centros de Salud de Azuqueca, Cabanillas del Campo, Los Valles en la capital; las reformas en el centro de Salud de Guadalajara Sur y  las obras en Alcolea del Pinar (sin olvidar otros 52,5 millones que se destinan al nuevo Hospital), son las mejores pruebas de la apuesta social que centra unos presupuestos austeros.