La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial
La ONU calcula que más de 1.700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales donde el consumo de agua es superior a la recarga.
El hecho de que el agua sea un recurso común, que tenemos al alcance de la mano de forma fácil, con solo abrir el grifo, no quiere decir que no sea valioso ni mucho menos infinito. Al contrario, el agua es un bien muy valioso y escaso, por lo que, en absoluto, debe malgastarse. Las prácticas para hacer un uso racional del agua deben ponerse en práctica a diario. Independientemente de que estemos o no en época de sequía, debemos concienciarnos y realizar ciertos hábitos que redunden en un consumo adecuado. Así, no solo estaremos contribuyendo a preservar este bien escaso, sino a reducir nuestra factura, ya sea en casa, en la empresa, o en el campo.
Tal es su importancia, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el documento ‘17 Objetivos para transformar nuestro mundo’, ha incluido en el puesto número seis la necesidad de garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, y el saneamiento para todos. Y es que las cifras son elocuentes, la ONU precisa que la escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, y se prevé que esta cifra aumente. Además, añaden que más de 1.700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales donde el consumo de agua es superior a la recarga.
Ante esto, la meta de la ONU para 2030 es aumentar sustancialmente la utilización eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir sustancialmente el número de personas que sufren de escasez de agua.
Los responsables políticos y los ciudadanos tienen ahora la última palabra.