La fiebre por Barack Obama se esparce entre las mujeres
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Se puede apreciar en sus sonrientes rostros y percibirse en sus gritos: el difícil de describir "fenómeno Barack Obama", candidato demócrata estadounidense, se esparce entre las mujeres. "Es muy carismático.
Es una experiencia del tipo de las que tienes que vivir", indica Lolita Breckenridge, de 37 años, tras escuchar a Obama, aspirante a la nominación demócrata para las presidenciales.
Una adepta entregada, arrastró con ella a dos de sus amigas para que escucharan al senador negro de Illinois, quien dio uno de sus tan renombrados discursos. "No hubo mucho del discurso que fuera nuevo para mí", admite. "Pero escucharlo en persona...", dice con voz menguante, mientras sacude la cabeza y sonríe. Cuando Obama habló ante las 16.000 personas un día antes de las primarias en las que espera ganar en Maryland, Virginia y Washington DC, se comportó con su confianza habitual, con un discurso que intercaló política extranjera, recuerdos de su niñez y bromas políticas sobre sus adversarios republicanos.
El candidato no se estremeció ante los gritos de las mujeres, e incluso detuvo su discurso en un momento para responder a una señora que gritó "¡Te amo, Obama!", con un "Yo también te amo". Este hijo de 46 años de una madre estadounidense blanca y un padre negro keniano describió su programa electoral -que incluye acabar la guerra en Irak, ofrecer créditos para matrículas estudiantiles y proveer asistencia médica para todos los estadounidenses- y provocó reiteradas ovaciones de pie durante su discurso, que se extendió por una hora.
Bajo perfil
En contraste con la agenda de Obama, que incluyó el lunes otro gran mitin en Baltimore, su rival para la nominación demócrata, la senadora Hillary Clinton, sostuvo un programa de bajo perfil, con una charla en la Universidad de Virgina y un recorrido por la fábrica de automóviles de General Motors. La estrategia de la ex primera dama en Washington y los estados fronterizos pareció reflejar su probable derrota, según indican las encuestas.Con Obama en racha tras una serie de victorias la semana pasada, sus seguidores ansiosos de verlo en persona tuvieron que soportar bajas temperaturas e hicieron una interminable fila por todo el campus de la universidad. Para Karen Ruffin, de 42 años, escuchar a Obama fue "inspirador, lleno de esperanza y fenomenal". Ruffin dijo sentir alguna punzada de remordimiento por no apoyar a Clinton, a quien se señalaba como la favorita entre las mujeres demócratas."Estaba indecisa al principio, pero tras escuchar algunos discursos empecé a respaldarlo", sostiene Ruffin. Su amiga Tyra Simpkins, de 37, aclaró que siempre respaldó a Obama. "Creo que tiene un fuerte impulso y me emociona su plan de asistencia médica", destacó.
"Me encanta escuchar sus discursos", manifiesta la joven Rachel Niederer, de 21 años. "Mis abuelos apoyan a Hillary, pero yo no conozco a nadie de mi edad que lo haga", asevera. La jubilada Marty Lallis, de 61 años, dice que Obama le recuerda a Robert F. Kennedy, asesinado en 1968. "Estaba muy entusiasmada con Robert F. Kennedy cuando era adolescente. Siento la misma emoción por Obama. Quizá un poco más porque ahora soy más madura", apunta.
McCain asegura que no necesita los fondos públicos
El precandidato presidencial republicano John McCain declaró esta noche que ha rechazado la financiación pública mientras intenta postularse como el representante de su partido para las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
El senador por Arizona pidió fondos públicos el pasado verano después de que comenzase su campaña, aunque hoy aseguró que no necesita el dinero de los contribuyentes para asegurarse la nominación de su partido. "Eso es lo que pienso, no lo necesitamos", afirmó tras un mitin celebrado en Virginia, que junto a Maryland y al distrito de Columbia celebrará su 'caucs' esta noche. Esta decisión permitirá a McCain ignorar el límite de 54 millones de dólares (más de 37 millones de euros) que hay que cumplir si se benefician de los fondos públicos. El precandidato ha recaudado hasta el momentos al menos 53 millones de dólares (36,5 millones de euros), mucho menor que la cantidad recaudada por los precandidatos demócratas, Barack Obama y Hillary Clinton, con al menos 130 millones de dólares (89,5 millones de euros) cada uno.
Una adepta entregada, arrastró con ella a dos de sus amigas para que escucharan al senador negro de Illinois, quien dio uno de sus tan renombrados discursos. "No hubo mucho del discurso que fuera nuevo para mí", admite. "Pero escucharlo en persona...", dice con voz menguante, mientras sacude la cabeza y sonríe. Cuando Obama habló ante las 16.000 personas un día antes de las primarias en las que espera ganar en Maryland, Virginia y Washington DC, se comportó con su confianza habitual, con un discurso que intercaló política extranjera, recuerdos de su niñez y bromas políticas sobre sus adversarios republicanos.
El candidato no se estremeció ante los gritos de las mujeres, e incluso detuvo su discurso en un momento para responder a una señora que gritó "¡Te amo, Obama!", con un "Yo también te amo". Este hijo de 46 años de una madre estadounidense blanca y un padre negro keniano describió su programa electoral -que incluye acabar la guerra en Irak, ofrecer créditos para matrículas estudiantiles y proveer asistencia médica para todos los estadounidenses- y provocó reiteradas ovaciones de pie durante su discurso, que se extendió por una hora.
Bajo perfil
En contraste con la agenda de Obama, que incluyó el lunes otro gran mitin en Baltimore, su rival para la nominación demócrata, la senadora Hillary Clinton, sostuvo un programa de bajo perfil, con una charla en la Universidad de Virgina y un recorrido por la fábrica de automóviles de General Motors. La estrategia de la ex primera dama en Washington y los estados fronterizos pareció reflejar su probable derrota, según indican las encuestas.Con Obama en racha tras una serie de victorias la semana pasada, sus seguidores ansiosos de verlo en persona tuvieron que soportar bajas temperaturas e hicieron una interminable fila por todo el campus de la universidad. Para Karen Ruffin, de 42 años, escuchar a Obama fue "inspirador, lleno de esperanza y fenomenal". Ruffin dijo sentir alguna punzada de remordimiento por no apoyar a Clinton, a quien se señalaba como la favorita entre las mujeres demócratas."Estaba indecisa al principio, pero tras escuchar algunos discursos empecé a respaldarlo", sostiene Ruffin. Su amiga Tyra Simpkins, de 37, aclaró que siempre respaldó a Obama. "Creo que tiene un fuerte impulso y me emociona su plan de asistencia médica", destacó.
"Me encanta escuchar sus discursos", manifiesta la joven Rachel Niederer, de 21 años. "Mis abuelos apoyan a Hillary, pero yo no conozco a nadie de mi edad que lo haga", asevera. La jubilada Marty Lallis, de 61 años, dice que Obama le recuerda a Robert F. Kennedy, asesinado en 1968. "Estaba muy entusiasmada con Robert F. Kennedy cuando era adolescente. Siento la misma emoción por Obama. Quizá un poco más porque ahora soy más madura", apunta.
McCain asegura que no necesita los fondos públicos
El precandidato presidencial republicano John McCain declaró esta noche que ha rechazado la financiación pública mientras intenta postularse como el representante de su partido para las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
El senador por Arizona pidió fondos públicos el pasado verano después de que comenzase su campaña, aunque hoy aseguró que no necesita el dinero de los contribuyentes para asegurarse la nominación de su partido. "Eso es lo que pienso, no lo necesitamos", afirmó tras un mitin celebrado en Virginia, que junto a Maryland y al distrito de Columbia celebrará su 'caucs' esta noche. Esta decisión permitirá a McCain ignorar el límite de 54 millones de dólares (más de 37 millones de euros) que hay que cumplir si se benefician de los fondos públicos. El precandidato ha recaudado hasta el momentos al menos 53 millones de dólares (36,5 millones de euros), mucho menor que la cantidad recaudada por los precandidatos demócratas, Barack Obama y Hillary Clinton, con al menos 130 millones de dólares (89,5 millones de euros) cada uno.