León Benavente: “La idea es probar cosas nuevas, pero sin perder la identidad”

01/09/2017 - 11:58 J. Pastrana

Hoy empieza una nueva edición del Festival Gigante (horarios y precios: http://www.festivalgigante.com). Love of Lesbian, Coque Malla, Iván Ferreiro, Fuel Fandango, DePedro y Nada Surf son algunos de los grupos que pasarán por Guadalajara este fin de semana. Entre ellos también está León Benavente, toda una revelación hace tres años, que regresa al festival con el que es su segundo disco. Hablamos con su guitarrista, Luis Rodríguez. 

Es su segunda visita al Gigante. La primera fue hace tres años, un viernes a primera hora de la tarde. Ahora ya va a ser en sábado y con mejor hora.

La primera actuación Nos dejó un recuerdo muy bueno. El grupo tiene cinco años y entonces estábamos en la recta inicial, ya rodados, pero no como ahora. Ahora el grupo ha ganado cierta notoriedad y este año tenemos un buen espectáculo de luces, así que tenía sentido ponernos en una hora en que luzca.

 

Llegan con su segundo disco ‘2’, un trabajo con el que han querido probar cosas nuevas.

Tenemos una máxima, y ya no sólo como Leon Benavente, sino como los músicos con 20 y pico años de carrera cada uno, que tenemos que divertirnos. Cuando afrontamos la creación del segundo disco, teníamos claro que no queríamos repetir fórmulas, porque eso sería deshonesto y aburrido. Tampoco es que quisiéramos inventar la pólvora, pero sí transitar caminos por lo que no habíamos caminado. Por eso este disco tiene componentes que no estaban en el otro. Para empezar, la experiencia, porque antes, como grupo, no teníamos nada con lo que comparar. Y además de eso, incorporamos otros rasgos, como canciones con menos desarrollo armónico, más monotonales, sintetizadores y guitarras muy procesadas. Son cosas que nos permiten disfrutar la música. Para el futuro, la idea es seguir buscando cosas nuevas sin perder la identidad.

 

Da la sensación de que es un grupo por y para melómanos.

Es verdad que todos los que integramos el grupo flipamos con la música, que es nuestra pasión. Todos tenemos mucha experiencia. Es música hecha con honestidad y por gente que sabe cuál es su oficio, pero no creo que sea exclusiva para melómanos. Mi sobrina está muy flipada con el grupo y no tiene nada de melómana porque tiene 6 años.

 

Hay grupos que se conforman con tener voz propia y hacen 40 discos. Otros como Dover sorprenden. ¿Dónde están ustedes? 

 Cuando hablo de investigar me refiero a no repetir la misma fórmula. Hay evolución, pero se nos reconoce. Hay un sonido de rock, no es algo tan ecléctico como en el caso de Dover y tampoco tenemos la inmovilidad de otros grupos, sin criticar ninguna de las posturas. Si haces música con el corazón y que esté relacionada con tu vida, siempre va a haber un cambio, porque tú no eres siempre la misma persona, pero tampoco se trata de bombardear a la gente con cosas nuevas.

 

Esto de innovar también les obliga a ser más solidarios. Pensando en usted, por ejemplo, ha pasado del protagonismo de la guitarra en Ser Brigada a ocupar un segundo plano en canciones como Tipo D.

La guitarra está ahí, pero no la oyes. Es una guitarra sintetizada. De todas formas, hay una cosa que tienes clarísima cuando llevas 25 años en la profesión, que cuando estás en un proyecto de éstos, lo más importante no eres tú, es la canción. Si hay canciones que no tengo que tocar por servicio a la canción, pues ya está. Hay una anécdota muy guay del batería Bill Bruford, que está acreditado en una canción en la que no toca ni una nota porque el creía que la canción no la necesitaba. A lo mejor en una canción la guitarra no es tan evidente como en otras, pero no pasa nada. Es respeto por la canción. A lo mejor con 20 años me habría revelado, “eh, dónde está mi parte…”. Ahora lo que importa es la canción, pero claro, eso también me lo da el tener 42 años.

 

Hay también se nota su madurez como músicos

Ahora tenemos una visión más global, pero que yo también pasé por la fase contraria. Cuando empecé tocando el bajo en un trío de versiones hacía más solos que el guitarrista. Está bien como fase de aprendizaje, pero si quieres hacer un proyecto serio, y la música que yo escucho va por ahí, lo que tienes que hacer es serenarte.

 

Habla de rock, pero... Es muy difícil sacarles etiquetas.

Es que rock es Metallica y es Elvis Presley. En eso influyen muchos factores. El momento en el que nos unimos los cuatro estábamos en un punto vital muy parecido y eso hace que rememos todos en la misma dirección. Hablar de etiquetas me cuesta, pero llegamos en un momento en el que a lo mejor no había nadie haciendo ese tipo de propuesta.

 

¿Qué tal están funcionando los directos?

Estamos flipando, porque no sólo estamos llenando en las salas, si no que hay gente que te viene y te dice que te ha visto ocho veces y que tiene entradas para otras dos actuaciones. Los conciertos de León Benavente son conciertos muy enérgicos, muy echados para adelante y muy de sudar y nos gusta que la gente participe. Hay algo que hace que la gente repita y eso nos encanta. Estamos súper agradecidos.

 

Pero en sus canciones también hay algo de melancolía.

Yo creo que va por el tono con el que comenzamos el grupo. Siempre nos gustó más la parte melancólica, los acordes menores. Creemos que tienen mucha más fuerza que la parte con acordes mayores y algo más luminoso. Abraham también tiene en sus trabajos en solitario, en su forma de componer, puntos melancólicos. Yo creo que parte de esa influencia viene también de los grupos que escuchamos, desde Leonard Cohen, a Dylan y Black Sabbath. También somos la banda de Nacho Vegas y muy fans suyos, no sé si algo se nos puede haber colado por ahí.

 

Después de llevar 20 años viviendo de la música, que no es nada fácil, y de ser parte de la banda de Nacho Vegas, ¿cómo se lleva tener un proyecto propio que funciona así de bien?

Vuelvo a lo de tener cierta edad. Te lo tomas con mucha cautela. No te flipas demasiado, porque sabes cómo fucionan las cosas en esta industria, pero estamos muy muy agradecidos al público y a los dioses de casualidad por estar aquí. Estamos muy agradecidos porque Nacho cuente con nosotros, pero esto ya es una cuestión más personal. Ninguno de los cuatro esperábamos tener este desarrollo en cinco años, así que estamos muy flipados y agradecidos.