La magia y los sueños desfilan en carrozas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: DIANA PIZARRO
FIESTAS DE AZUQUECA

Los azudenses en masa se echaron a la calle para disfrutar del acto central de fiestas, el Desfile de Carrozas, con numerosos motivos para que este acto obtuviera la declaración de Interés Regional. Así, se pudieron ver carrozas muy elaboradas como las del tren de la fresa, los piratas del Caribe o Alicia en el país de las Maravillas.



Lo bueno se hace esperar, y eso es lo que debieron pensar los peñistas, que después de tanto trabajo, quisieron que los azudenses sufrieran un poquito antes de que se desvelaran las temáticas de las carrozas. Como en todos los desfiles, siempre hay unas que despuntan más que otras, aunque todas se llevaron caras de sorpresa por parte de los vecinos. La primera en desfilar fue La Perrera, con un homenaje al vampiro más entrañable y a la vez temido de la historia, el Conde Drácula. Junto a su castillo-morada, un cementerio de "los perros que nunca olvidaremos" albergaba quizá el sarcófago más esperado, el del propio conde. Le seguía la peña Alcatraz, con una carroza dirigida a los más pequeños, con casitas de muñecas y con los propios peñistas vestidos de bebés. El Cebollón, por su parte, presentó una de las carrozas más aplaudidas, en la que estaban representadas las bellezas turísticas de la provincia, con un reproducción exacta del panteón de la condesa de la Vega del Pozo, retazos de la Arquitectura Negra, una imagen del Doncel y pequeños danzantes de Valverde de los Arroyos. Sin duda una buena pincelada de los encantos de Guadalajara. En cuarta posición, la peña La Chilaba se sumergió en el fondo del mar gracias a un submarino que parecía perseguir a un gran pulpo –¿era Paul?–, y todo ello rodeado de los miembros de la peña caracterizados como delicadas sirenas. La Amistad dio totalmente la vuelta a la tortilla y se embarcó en un viaje a Sudáfrica, en una carroza presidida por una gigantesca copa del mundo, el estadio Soccer City donde la selección de fútbol ganó su Mundial, la portería que defendió Iker Casillas y, como no podía ser de otra manera, el verdadero artífice de la ilusión de un país: el pulpo Paul. Para completar el ambiente futbolero, decenas de jugadores de la selección acompañaron a esta carroza por las calles de la localidad, despertando numerosos aplausos a su paso. La mezcla de sueños y realidad de ‘Alicia en el país de las maravillas’ se posó en Azuqueca de la mano de Los Chupichusky´s, en una carroza muy trabajada en la que llamaba la atención la pequeña Alicia, ya gigante, con sus brazos, piernas y cabeza sobresaliendo de una casita que se le había quedado pequeña. También estaban presentes el conejo blanco, el ‘Feliz, Feliz No Cumpleaños’. Y como no podía ser menos, la Reina de Corazones danzaba alrededor del mágico mundo para asustar a las decenas de ‘Alicias’ vestidas para la ocasión. El Arca de Noé de El Pendón no se quedó atrás en originalidad, siendo una de las carrozas más llamativas por sus detalles cuidados y la puesta en escena de sus miembros. Por su parte, Azikuécanos aprovechó que todavía hace calor para poner en escena una gran selección de helados, servidos como podían por heladeros de época.




 





LA OBRA INMORTAL DE CERVANTES




Los Beatles y su submarino amarillo, de La Funeraria, también provocaron grandes aplausos, además de que a su paso más de uno rememoraba viejos tiempos. El Akelarre, por su parte, regresó al ambiente campestre con espantapájaros, tractores y vacas. Regresando a las temáticas infantiles, Er Biberón presentó el cuento de los tres cerditos, con el siempre amenazante lobo. También los Bravos confiaron en el poder de los niños, y vistieron su carroza del encanto de Disney a través de personajes eternos como Pinocho, Blancanieves o Mickey y Minie. La Mosca-Gao no abandonó el cine y presentó una carroza muy años 20, con personajes típicos de las películas de la época. Los Cachimbas, por su parte, viajaron a la selva africana con reproducciones de leones, hipopótamos y gacelas, además de que los miembros de la peña se caracterizaron como nativos. Los Dalton prefirieron el frescor playero y disfrutar de una buena tarde de surf en La Ola, mientras que La Calavera se trasladó a un estadio de rugby con animadoras y musculados jugadores. Otro de los momentos mágicos de la noche vino de la mano de La Rhuyna, que trasladó a todos los presentes a Texas con su carroza ambientada en el Mago de Oz. No faltaba un detalle para rememorar una de las películas más recordadas, aquélla en la que Dorothy se separaba trágicamente de su familia para ir a parar al mundo de Oz, donde conoció al León, al Espantapájaros y el Hombre de hojalata. Por su parte, el Trébol viajó en el tren de la fresa hasta Aranjuez. Bob Esponja, su casa-piña y demás compañeros del fondo del mar visitaron Azuqueca gracias a la carroza de El Palike, mientras que para cerrar el desfile, Las Torres prefirieron mirar hacia Venecia desde el Ponte Rialto y viajar en góndola mientras un gondolero recitaba versos.




Y todo este derroche de originalidad fue registrado por centenares de cámaras fotográficas, de las cuales destacaban algunas más profesionales que sin duda parecían dirigir sus focos al III Concurso Fotográfico ‘Desfile de Carrozas’, una convocatoria que en apenas tres años ha despertado el interés de numerosos amantes de la fotografía.



. La esencia de don Quijote y Sancho Panza regresó a Azuqueca en la carroza de El Felpudillo, con los tradicionales molinos de viento que tanto asustaban al ingenioso hidalgo. El Bollo cambió totalmente de registro con una carroza no apta para ludópatas, al estar dedicada al increíble mundo de Las Vegas, con máquinas de juego, billares, cartas, dados... y Elvis. Los Piratas del Caribe de El Catre también arrancaron numerosas ovaciones, al estar compuesta por dos barcos preparados para la batalla. El Psiquiátrico quiso dejar claro el paso del tiempo con la carroza ‘¡Cómo pasa el tiempo. 2000-2010!’ con un reloj que dejaba claro que aquí, el que no corre, vuela. La Veintidós, por su parte, apostó por una carroza agrícola, con burros, trigo y campo, mucho campo.